Nuevo contratiempo en el proceso de salida de distintos accionistas de la concesionaria de autopistas Itínere. El proceso ha quedado temporalmente suspendido una vez que el juzgado de primera instancia número 82 de Madrid ha admitido las medidas cautelares solicitadas por Globalvía, una de las potenciales compradoras.

El grupo Sacyr es titular de un 15,5% de la citada Itínere y junto a Abanca (23,8%) y Kutxabank (16,3%) tenían pactada desde julio la venta de sus paquetes a Globalvía por 723 millones.

Sin embargo, el fondo estadounidense Corsair, primer accionista de Itínere, salió días atrás al paso de esta operación e igualó la oferta junto al fondo holandés APG ejerciendo el derecho de primera oferta.

En este caso, Corsair y APG se lanzaron sobre las acciones de Sacyr y de Liberbank (5,8%), porciones que se sumarían al 37,9% que ya está en manos de Corsair para alcanzar un total del 59,2% del capital. Fuentes cercanas a este conflicto explican que la propia Sacyr comunicó el 17 de septiembre a su primera compradora, Globalvía, que iba a aceptar la segunda oferta sobre la mesa, de APG y Corsair. Una notificación que motivó la denuncia de Globalvía ante el citado juzgado dos días después, el 19 de este mes.

El hecho es que los tres socios que anunciaron la venta a Globalvía lo hicieron a través de la vinculación de unas participaciones que llegan al 55,6% de Itínere. Incluso existe una penalización de 100 millones si Sacyr, Abanka o Kutxa rompen esa sindicación para salir de la concesionaria. Un hecho que dio pie a Globalvía para poner en tela de juicio la validez de la oferta de APG y Corsair.

Sacyr había reunido hoy a su consejo para cerrar su salida de Itínere, ante lo que el juez ha declarado cautelares de urgencia ante el peligro de daño inmediato a los intereses de la concesionaria que preside Juan Béjar.

Fuente: Cinco Días