A dos días de afrontar su mayor huelga, Ryanair ha echado este miércoles más leña al fuego en el conflicto que mantiene con sus trabajadores. Y esta vez, ha decidido cargar contra el personal de sus competidores. El consejero delegado de la aerolínea irlandesa, Michael O’Leary, ha acusado en Bruselas a “algunas tripulaciones, sindicatos y grupos de presión de la competencia” de “impedir de forma activa” las negociaciones de Ryanair con sus empleados. La Comisión Europea, sin embargo, se ha mantenido firme en sus advertencias de la semana pasada. “Repetar la ley de la UE no es algo sobre lo que los trabajadores deberían tener que negociar, ni es algo que pueda aplicarse de forma diferente entre países. Se lo dejé muy claro al señor O’Leary”, ha sostenido la comisaria de Empleo y Asuntos Sociales, Marianne Thyssen.

Tras la reunión con Thyssen, O’Leary ha afirmado no entender por qué sus trabajadores siguen en huelga si están negociando con ellos y ha culpado, a través de un comunicado, a grupos pertenecientes a su competencia de un comportamiento “anticompetitivo». Por ello, ha pedido que la Comisión Europea que abra una investigación sobre ese asunto. Según O’Leary, ese grupo formado por lobbies, sindicatos y tripulaciones de cabina están “organizando huelgas” de forma repetido para dañar el negocio y la “confianza del cliente” de Ryanair en beneficio de sus competidores. Todo ello ocurre, ha abundado, a las puertas de una huelga de tripulantes de cabina, la del viernes, que han secundado sindicatos de España, Portugal, Italia, Bélgica y Holanda.

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En un comunicado, O’Leary ha acusado a cuatro colectivos de estar detrás de las huelgas. En concreto, ha señalado directamente las tripulaciones de cabina de Norwegian de Alicante, las de TAP en Portugal y los sindicatos de pilotos de Holanda y Suecia. El consejero delegado de la aerolínea ha llamado a la dirección general de Competencia para que “investigue de inmediato” lo que a su juicio es una “campaña colectiva” de desprestigio en la que incluso ha habido, según ha añadido, “numerosas reuniones a puerta cerradas”. El resultado, ha dicho, ha sido la “innecesaria huelga paneuropea del viernes 28 de septiembre”.

El máximo ejecutivo de Ryanair se ha reunido en Bruselas con Thyssen, quien la semana pasada reprendió a la compañía por incumplir la legislación laboral europea. Esta fija que los contratos de los trabajadores deben celebrarse allí donde el empleado se levanta y va a dormir sin que tengan que pagarle dietas. Es decir, allí donde resida el trabajador y no donde ondee la bandera de la aerolínea. O’Leary ha exhibido avances en las negociaciones, como “contratos locales” a principios de 2019 en Bélgica, Holanda, España y Alemania.

Sin embargo, Thyssen no se ha movido de la posición que avanzó la semana pasada: el cumplimiento de la ley no puede demorarse. “No estoy en contra de Ryanair o el modelo low cost. Pero un gran éxito también supone una gran responsabilidad. El mercado interior no es una jungla, tiene reglas claras sobre condiciones de trabajo justas, movilidad y protección del empleado”, ha asegurado Thyssen, quien ha añadido: “Esto no es un debate académico, sino sobre los derechos del trabajador”.

Fuente: El País