Es un paso adelante, y dos atrás para Alibaba. Tres días después de que el cofundador Jack Ma dijera que tenía previsto dimitir, el grupo de ecommerce de 420.000 millones de dólares confirmó que el CEO, Daniel Zhang, le sucedería como presidente ejecutivo en 2019. Es un plan loable, pero el pronunciamiento de ayer plantea tantas dudas como respuestas.
A diferencia de muchos jefes de tecnológicas chinas, Ma, de 54 años, se ha preocupado por la sucesión: primero creando un equipo ejecutivo y luego retirándose. El exprofesor de inglés renunciará a su puesto de presidente ejecutivo en un año. Permanecerá en el consejo más tiempo para garantizar una transición sin problemas: hasta que su mandato expire en 2020, según una carta dirigida a empleados, clientes y accionistas.
Esto ciertamente aclara una cierta confusión. Ma dejó a los inversores haciendo conjeturas después de decirle al New York Times que se retiraría para concentrarse en la filantropía. El South China Morning Post, propiedad de Alibaba, le dio seguimiento, citando a un portavoz que dijo que los comentarios de Ma habían sido sacados de contexto.
Aún así, los planes dejan muchas preocupaciones. Para empezar, en contra de las mejores prácticas de gobierno corporativo, Zhang ocupará los cargos de presidente y CEO. Es una gran concentración, dado que este hombre de 46 años ya está sentado en la poderosa Asociación Alibaba, un grupo de 36 ejecutivos que designa a la mayoría del consejo, así como de otro comité aún más exclusivo, que elige nuevos socios y sus bonus.
Más preocupante es la falta de claridad sobre la nebulosa influencia de Ma después de 2020. No tendrá cargo oficial, pero seguirá siendo miembro vitalicio de los exclusivos comités. Eso le dará una influencia considerable en los asuntos del consejo, y en tareas más ambiguas, como preservar la cultura y la visión de la compañía. Es una opacidad incómoda para los accionistas.
Tampoco está claro cómo afectará el cambio al papel de Ma en las filiales de Alibaba, incluida la rama de pagos y servicios financieros Ant Financial. El gigante fintech está controlado personalmente por Ma, y tiene inversiones conjuntas con Alibaba. Y sin embargo, curiosamente, no apareció en la entrevista de ayer, como tampoco la palabra “jubilación”.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.
Fuente: Cinco Días