El índice de producción industrial (IPI) de diciembre cayó un 6,2% (corregido de los efectos de calendario y de estacionalidad) respecto al mismo mes de 2017, el peor dato desde diciembre de 2012. Esa estadística agrava la imagen de debilidad que apunta a la actividad manufacturera en España, subrayada en el último trimestre, pese a que la caída de diciembre (1,4% en términos mensuales) no fue tan notable como la de noviembre (1,8%). En el conjunto del año la producción industrial creció un 0,3% en la serie corregida.

La caída del IPI se une a otro dato negativo para la industria, difundido la semana pasada también por el INE: la contracción del PIB industrial en el cuarto trimestre del año pasado en un 0,9%.

Los últimos datos difundidos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística señalan a la producción de bienes duraderos como la que peor evolucionó en diciembre pasado, con una caída del 5%. La energía, un valor más volátil acorde con la meteorología, se redujo un 3%. Uno de los datos preocupantes, por lo que puede interpretarse de clima empresarial, fue el de bienes de equipo, que cayó un 2,5%.

Diferentes servicios de estudios económicos han afirmado en las últimas semanas que el clima de incertidumbre internacional (por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China o la resolución del Brexit) están reduciendo las expectativas de la industria, que estaría también afectada por la situación del sector de la automoción, que en Europa ha tenido que adaptarse a la nueva norma de homologación de los motores contaminantes (WLTP en sus siglas en inglés).

El informe mensual del INE destaca que mientras que la extracción de antracita, hulla y lignito creció un 71% en diciembre y fue la que más creció, la fabricación de muebles y bebidas se redujo un 8% y un 6%, respectivamente.

Fuente: El País