La generación renovable peninsular alcanzó el año pasado el 40,1% del total, lo que representa un crecimiento de 6,4 puntos porcentuales frente al 33,7% que suponía un año antes. Este avance ha permitido que la generación sin emisiones de CO2, que incluye las renovables y la nuclear, tuviera una cuota del 62,5% frente al 57% de 2017, según los datos del avance del informe del sistema eléctrico español presentado esta mañana por Red Eléctrica de España.

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El aumento de la generación sin emisiones se traduce en una reducción de 63,8 a 54,2 millones de toneladas y que los ciclos combinados y el carbón han pasado del 22% al 18% de cuota en el mix eléctrico. El objetivo es que en 2030 desaparezca el carbón y que en 2050 toda la generación sea renovable, sin incluir la nuclear.

Precisamente en 2018, la energía nuclear con el 20,6%, se mantuvo como primera tecnología en la generación eléctrica, aunque la eólica se ha colocado muy cerca, con el 19% del total. Esta tecnología supone, además, casi la mitad (el 49%) del conjunto de renovables, mientras la hidráulica supone el 34% y la solar, el 11%. El resto representa el 5%.

Estos cambios experimentados «indican que España camina sin pausa hacia un nuevo modelo energético y económico basado en la descarbonizacion y la sostenibilidad a largo plazo y son un reflejo del compromiso del sector con los objetivos de lucha contra el cambio climático», según Jordi Sevilla, presidente de Red Eléctrica, quien destacó además que este proceso de transición energética es tan importante para el país como lo fue la entrada en la Unión Europea.

La demanda penínsular se cifró en 253.495 gigavatios hora (GWh), un 0,4% más que en 2017, encadenando cuatro años de crecimiento. Descontando los efectos de calendario laboral y la temperatura, el aumento fue del 0,3%.

Por su parte, el recibo de la luz tuvo un incremento del 2,5% para un consumidor de la tarifa regulada (PVPC), que representa menos del 50% de la factura, por encima de los 64 euros por MWh, el segundo más alto registrado desde 2008.

El consumo eléctrico de las grandes y medianas empresas, en 2018 descendió un 1,8% respecto al ejercicio anterior. Una vez deducidos los efectos del calendario laboral y las temperaturas, el consumo de estas empresas fue un 1,3% inferior.

Fuente: El País