La ministra española de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, advirtió este viernes en Nueva York de la espiral proteccionista lanzada por el Gobierno estadounidense e hizo una defensa encendida del multilateralismo. Maroto, sin embargo, admitió que son necesarias reformas. Abogó por mejorar el funcionamiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC) e impulsar un “comercio más justo” que lleve a incluir otros factores, como la lucha contra el cambio climático y la igualdad de género, en las negociaciones de acuerdos comerciales existentes y futuros.

En el arranque de las jornadas América Latina, Estados Unidos y España en la economía global’ organizadas por EL PAÍS y la Cámara de Comercio de EE UU y España, y patrocinadas por Iberia, BBVA, Telefónica, PwC y Baker McKenzie, Maroto analizó la evolución de la economía española en los últimos años, defendió las reformas prometidas por el Gobierno de Pedro Sánchez en sus tres meses en la Moncloa y reflexionó sobre el panorama global.

“[Manifiesto] nuestra preocupación por el resurgimiento del proteccionismo. El peligro más importante es entrar en una espiral de protección que sería perjudicial para todo el mundo”, dijo la ministra de Comercio. “Todos perdemos si cada país decide proteger su producción”, agregó. Aún así, admitió que el statu quo tampoco es válido: “Somos conscientes de la necesidad de promover un comercio inclusivo, el multilateralismo es la mejor forma de generar riqueza y empleo”. Y en el caso de la OMC, señaló que “el órgano de solución de diferencias debería renovarse para garantizar una solución justa”.

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Trump, que ganó las elecciones de 2016 con un discurso proteccionista contra las deslocalizaciones empresariales, ha puesto la OMC en su punto de mira y ha lanzado guerras arancelarias con China, la Unión Europea y algunos de sus principales socios, como México y Canadá. La disputa con Pekín ha arreciado esta semana con el anuncio de nuevos gravámenes. Pero en el caso de la UE, Washington y Bruselas alcanzaron en julio un acuerdo preliminar que ha congelado por ahora la imposición de nuevos aranceles aunque se han mantenido los impuestos con anterioridad. En paralelo, EE UU también ha llegado a un pacto con México que aspira a ampliar con Canadá en las próximas semanas para reformar el tratado comercial entre los tres países.

En el caso de la economía española, Maroto destacó el crecimiento encadenado en los últimos años, el “dinamismo del empleo”, las “favorables condiciones financieras” y los esfuerzos presupuestarios que apuntan, sostuvo, al cumplimiento este año del objetivo de déficit público del 2,7%. Sin embargo, la ministra admitió que existen numerosos desafíos: “la baja productividad, el elevado endeudamiento público, el reducido peso del sector industrial o la escasa inversión que se ha hecho en I+D, la ausencia de un marco regulatorio para combatir el cambio climático y la creciente desigualdad”. En este sentido, prometió impulsar reformas para lograr una economía “más moderna, dinámica, innovadora, internacionalizada, sostenible e inclusiva”.

También abordaron las tensiones comerciales y el clima político en la arena global el director de la edición América de EL PAÍS, Javier Moreno, y el presidente de la Cámara de Comercio de EE UU y España, Alan Solomont. En su intervención en la inauguración de las jornadas, Moreno advirtió de que el “populismo está al alza” en el mundo y de que “los aranceles ya están dañando la economía global”. “Nos importa la justicia social y el respeto a la ley. No podemos obviar que la desigualdad está al alza”, agregó el también exdirector del diario EL PAÍS.

Solomont, por su parte, enfatizó el progreso notable de la economía española en los últimos años y el hecho de que haya demostrado tener una “mayor resiliencia que muchos de sus pares europeos”. Pero admitió que no han desaparecido los “nubarrones” que amenazan la estabilidad política española. Puso como ejemplo la crisis independentista en Cataluña, la letanía de casos de corrupción y la moción de censura que derribó en junio al Ejecutivo de Mariano Rajoy. El exembajador estadounidense en Madrid admitió que la inestabilidad también reina en Washington y lo aprovechó para ensalzar los lazos bilaterales: “En estos momentos inciertos para la política española y estadounidense, las relaciones entre EE UU y España permanecen un principio de confortación”.

Fuente: El País