La Comisión Europea ha activado las alarmas sobre el proyecto de integración de los negocios ferroviarios de los grupos Siemens y Alstom. Ambas tienen abierta una operación desde septiembre de 2017 para unir fuerzas y crear un gigante europeo para la producción de trenes frente al creciente poderío asiático, pero la autoridad europea de la competencia ha advertido de posibles barreras.

El regulador ha enviado una serie de objeciones a ambas empresas, según ha confirmado un portavoz oficial de la CE. El órgano comunitario tiene bajo supervisión este importante plan de fusión y tras la citada comunicación confidencial sigue avanzando en su investigación con fecha objetivo de conclusión el próximo 28 de enero. Al parecer, en la comunicación se incluye el escenario de que ambos grupos tengan que realizar concesiones en forma de desinversiones.

Desde Siemens se confía, sin embargo, en sacar adelante este matrimonio industrial en la primera mitad de 2019. Los gobiernos de Francia y Alemania dieron su bendición un año atrás, pese a que en el primero de los países sonaron voces en contra por lo que se leía como una pérdida de poder en el mercado de la alta velocidad.

La canadiense Bombardier, que también buscó una alianza de parecidas características, está a la expectativa: «Confiamos en que la Comisión Europea aplicará escrupulosamente las reglas de competencia», ha señalado Daniel Desjardins, vicepresidente del conglomerado fabricante de trenes y aviones.

Fuente: Cinco Días