Nuevo avance en la negociación fiscal abierta por el Gobierno de Pedro Sánchez con Unidos Podemos para lograr su apoyo parlamentario a las nuevas cuentas públicas del Ejecutivo. El Ministerio de Hacienda, que lidera los contactos con la formación morada, ha aceptado estudiar una rebaja del impuesto de sociedades para las pymes. En concreto, según fuentes conocedoras de la negociación, el planteamiento que hay sobre la mesa es que las compañías que facturen menos de un millón de euros pasen a pagar un tipo del 23% frente al tipo general del 25% al que están sometidas actualmente junto al resto de empresas.

La medida podría beneficiar a cerca de 1,4 millones de empresas españolas sujetas a este impuesto, dejando fuera apenas a 20.000 que facturan por encima de un millón de euros. De ellas, sin embargo, tan solo unas 350.000 compañías pagan efectivamente el tributo de Sociedades, dado que muchas no tienen beneficios y otras pequeñas empresas que siguen registradas han desaparecido durante la crisis o están en concurso de acreedores, según los datos recopilados por el Registro de Economistas Asesores Fiscales de España (REAF), correspondientes a 2015. A falta de ver el impacto que tendría la media en la recaudación, hay que tener en cuenta que el tejido empresarial español lo componen fundamentalmente pymes de pequeño tamaño y que el 50% de la recaudación del impuesto de Sociedades se obtiene de solo 727 grandes empresas.

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En paralelo a la fiscalidad específica de las pymes, el Gobierno y Podemos vienen negociando la posibilidad de establecer un tipo mínimo del 15% en sociedades para evitar que las grandes compañías acaben pagando un tipo efectivo inferior a este umbral aprovechándose de deducciones fiscales. Pese a la unificación del tipo general al 25%, las empresas españolas pagan de media el 7% de su beneficio en impuestos, aunque descontando las ganancias del extranjero (que no tributan en España), el tipo efectivo rondaría el 12%.

Más allá, de la negociación abierta entre Hacienda y Podemos, ha salido un plan para modificar el IRPF. Las partes han acordado diseñar la introducción de un nuevo tramo fiscal a partir de los 140.000 o los 150.000 euros en los que el gravamen subiría en tres o cuatro puntos desde el 45% actual fijado para rentas de más de 60.000 euros.

La subida, según admitía esta semana la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, elevará el tipo marginal hasta el 52% en aquellas comunidades autónomas, como Cataluña o Andalucía, que ya aplican los tipos autonómicos más altos.

Fuente: El País