ILSA lleva tratando de gestionar su servicio desde hace más de un año. La CNMC fijó unas normas básicas en septiembre de 2017 para aquellas empresas que quisieran hacer la competencia a Renfe siempre que se tratara de servicios internacionales (los que ya están completamente liberalizados) y Renfe había solicitado al regulador que analizara si ILSA y sus planes encajaban en las normas. La CNMC le ha dado luz verde, porque su presencia mejora la competencia, ofrece precios más bajos y menor tiempo de viaje. Ahora la CNMC estudiará la petición que ILSA ha hecho para usar trenes de la serie S-100, que pretende arrendar a Renfe Alquiler.
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«En la actualidad, los servicios de tráfico internacional de pasajeros, es decir, entre diversos Estados miembros, están abiertos a la competencia, mientras que, en el caso de los servicios nacionales, los diferentes países de la Unión Europea tienen de plazo hasta 2020 para completar su liberalización», recuerdan fuentes de la CNMC. Puesto que la ruta propuesta por ILSA supone conectar España con Francia, el organismo no ve inconveniente en la ruta propuesta, aunque por medio haya paradas en Barcelona o Zaragoza, siempre que cumpla los límites establecidos para la proporción de viajeros nacionales e internacionales.
En concreto, ese parámetro se fijó ya en la resolución de septiembre de 2017, donde la CNMC estipulaba con carácter general las condiciones para las empresas que quisieran hacer la competencia a Renfe. Las normas básicas son: «Las compañías deberán transportar al menos el 30% de sus pasajeros con origen/destino internacional. Además, al menos el 20% de la distancia total deberá transcurrir fuera de España. Las compañías han de remitir su solicitud a la CNMC al menos 6 meses antes del lanzamiento comercial del servicio».
Precios más bajos y menos tiempo
Competencia destaca que el lanzamiento de este nuevo servicio internacional entre Madrid y Montpellier «tendrá efectos positivos para los usuarios, dado que triplica las frecuencias actuales entre Madrid y la ciudad francesa y las incrementa en un 50% desde Barcelona. Con ellas, se reducirá el tiempo total del viaje y mejorará la oferta ferroviaria actual. Además, los tiempos de viaje propuestos por ILSA son un 10% inferiores a los de Renfe y serán, según la información remitida por el operador, más baratos».
Todas estas conclusiones, eso sí, las extrae la CNMC de analizar el propio plan de negocio aportado por ILSA, «así como en previsiones de demanda y datos reales del número de viajeros y precios de los servicios internacionales que actualmente presta Renfe», subraya.
Para tomar una decisión, Competencia ha analizado la demanda. La ruta que propone ILSA supone unir Madrid y Barcelona con 3 departamentos franceses, que suman unos dos millones de habitantes. «En segundo lugar, a partir de la demanda real de los servicios internacionales de Renfe, se han construido cuatro escenarios. En ellos se han incluido distintos supuestos de crecimiento del número de pasajeros, en función de las mayores frecuencias y menor precio de los billetes. Además, se han realizado hipótesis sobre la cuota de mercado que alcanzará ILSA en el trayecto Madrid-Zaragoza-Barcelona-sur de Francia», explica. Y todo parece cuadrar.
La CNMC también ha valorado que ILSA se haya comprometido a aportar información semestral sobre el número de viajeros entre las diferentes estaciones y los ingresos obtenidos, «limitando la venta de billetes nacionales en caso que superen el 70% fijado».
Fuente: El País