El grupo Calidad Pascual cerró en 2017 con un beneficio antes de impuestos (Bai) de 25,7 millones de euros que contrasta con las pérdidas brutas de 5,8 millones registradas en el ejercicio anterior. El resultado bruto de explotación (ebitda) aumentó un 2,7 %, hasta los 74 millones de euros. 

Según se refleja en el «Informe sobre Valor Compartido» divulgado hoy por la compañía, las ventas han vuelto a crecer después de varios ejercicios acumulando descensos y se sitúa en los 675 millones de euros, un 2 % más que el año anterior; por su parte, la aportación a la Hacienda
Pública ascendió a 122 millones.

Por productos, el área de lácteos representó el 49,2 % de todos los ingresos de la empresa (313 millones), frente al 18 % que supone el agua Bezoya; el 8,4 % de los zumos Bifrutas, el 6,2 % de Diversia y resto de productos, el 6 % de Mocay Café, el 4,5 % de la unidad de yogures y postres, y el 2,9 % de Ovoproducto.
Calidad Pascual cuenta con seis plantas industriales en España -tras deshacerse de las fábricas de Córdoba, León y Valencia-, el mercado que concentra la mayoría de sus ventas, ya que la exportación supone un 10,87 % de sus ingresos (29,9 millones).

No obstante, desde la compañía han señalado que siguen trabajando para fortalecer su posición internacional, una de las líneas de trabajo de su «Estrategia 2020». 

La mayoría de las ventas internacionales se concentran en Filipinas, Angola y Guinea Ecuatorial, aunque llevan a cabo operaciones comerciales en 70 países más.

La compañía se sitúa dentro de la Corporación Empresarial Pascual, perteneciente al 100 % a la familia Pascual Gómez-Cuétara y que además del negocio alimentario también cuenta con intereses en el sector inmobiliario y la construcción (el peso de esta última división en la facturación
es del 2 %).

Los resultados de la Corporación, que también se recogen en este informe y que incluyen los de Calidad Pascual, apuntan a un aumento de la facturación después de dos años de caídas: subió un 2,84 % hasta los 689 millones de euros.

Además, su ebitda evolucionó también al alza y fue de 73 millones de euros, un 5,48 % más que en 2016.  La deuda financiera se redujo un 7,7 %, hasta los 192 millones de euros, y su patrimonio neto era al cierre del pasado ejercicio de 148 millones, un 8,78 % más que en 2016.

Fuente: Cinco Días