Washington tiene a las tecnológicas atenazadas. La Comisión Federal de Comercio (FTC) está considerando la posibilidad de cambiar sus políticas antimonopolio y de protección al consumidor.

Silicon Valley solía gozar del favor de Washington. Pero los problemas de privacidad, las noticias falsas y la interferencia electoral extranjera han provocado indignación en ambos lados del pasillo político. El estancamiento de los salarios y la baja productividad también han llevado a los economistas a preguntarse si que el poder de mercado esté en manos de menos empresas podría tener que ver.

La Comisión inició el jueves las audiencias sobre el sector, y valorará por primera vez si en el debate antimonopolio se deben tener en cuenta cuestiones como la desigualdad. El poder de negociación de las grandes empresas y los efectos sobre el empleo también están sobre la mesa, además de si las normas de protección al consumidor en las revisiones antimonopolio deberían ampliarse para incluir el impacto económico sobre todos los participantes en el mercado. También se discute si las fusiones aumentan el poder de compra y el daño que podrían causar a los vendedores y a los consumidores.

Todo esto refleja la presión populista que sufren los políticos. El presidente de la Comisión, Joseph Simons, dijo que basaría sus puntos de vista en pruebas empíricas, no en ideología.

La adquisición de Instagram por Facebook por 1.000 millones de dólares, que la FTC aprobó en 2012, se habría enfrentado a una revisión más rigurosa si algunos de los nuevos parámetros que se debaten hubieran formado parte de la evaluación. La agencia también está siendo presionada por varios grupos de consumidores para que obligue a Facebook a separar su Messenger, Instagram y WhatsApp.

Silicon Valley ya está siendo atacado por otros flancos. Los legisladores discuten si reducir las protecciones legales para la industria y aumentar los derechos de privacidad. Funcionarios del Departamento de Justicia han dicho que las redes sociales podrían estar suprimiendo a propósito el intercambio de ideas, en concreto las de los conservadores. La burocracia podría impedir una acción inmediata, pero la presión de Washing­ton está aumentando.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días