Tras la explosión del Covid-19 a principios de marzo en España, que llevó al Gobierno a decretar el estado de alarma, la enfermedad empezaba a expandirse con rapidez y hacía temer el colapso en los hospitales y la incapacidad de sus unidades de cuidados intensivos para atender las urgencias. Hacía falta más material médico, equipos de protección, mascarillas y respiradores que aliviaran la saturación en las UCI.

A esa conclusión llegaron en BBVA, que venían analizando cómo se había desarrollado este proceso en países que habían sufrido antes los efectos de la pandemia, decididos como estaban a poner toda su capacidad como gran empresa para colaborar con las autoridades sanitarias. La semana del 16 de marzo, ya con la declaración del estado de alarma en vigor, Ricardo Forcano, director global de ingeniería y operaciones de BBVA, contacta con Jennifer Cao, de la oficina comercial de BBVA en Hong Kong, para que investigara qué se había hecho en China ante una situación similar.

Las gestiones de Cao conducen hasta una compañía distribuidora en exclusiva de la marca de material médico Yuwell y que está participada por el fondo de inteligencia artificial Sinovation Ventures, del empresario Kai-Fu Lee, en el que ha invertido BBVA. Y a raíz de ello se abre la oportunidad de comprar respiradores. Es jueves, 19 de marzo, y comienza entonces una carrera contrarreloj para llevar a cabo la operación.

Al hacer la compra el fabricante tenía pedidos cerrados y pagados hasta 10.000 equipos

“Nos pusimos directamente a trabajar en ello y logramos, el mismo viernes 20, cerrar la primera operación de compra de 1.000 equipos Yuwell para España”, señala Forcano, que destaca el esfuerzo de coordinación entre su departamento, la oficina en Hong Kong, los equipos de compras, de relaciones institucionales y de RSC y también con el Ministerio de Sanidad, para la validación de los equipos. “Esa misma noche pagamos 3,5 millones de dólares (3,2 millones de euros) para confirmar este pedido”, apunta Lidia del Pozo, directora de programas sociales de BBVA, que incluía finalmente otros 1.000 aparatos para México.

Riesgo

Los respiradores no eran invasivos de ventilación mecánica para UCI, sino de apoyo respiratorio no invasivo, por lo que para aclarar su uso y la oportunidad de la compra se contó además de con Sanidad, con un grupo de especialistas médicos, que valoraron su utilidad en determinados casos, por lo que se procedió a hacer la compra, “asumiendo cierto riesgo porque sabíamos que si dejábamos pasar la operación podíamos perderla, porque el mercado estaba ya muy complicado”, relata Forcano. De hecho, “cuando la compra se cerró el fabricante tenía ya pedidos cerrados y pagados en espera hasta 10.000 equipos. Gracias a la conexión con Kai-Fu Lee, logramos que nuestros 2.000 equipos entraran de los primeros en el proceso de fabricación y de entrega”, remarca Forcano.

“En los siguientes días realizamos otras compras de respiradores invasivos, de los que se usan en UCI, y otros materiales, invirtiendo un total de unos 19 millones de euros en esta operación”, añade Del Pozo. Y durante todo el proceso, por la diferencia horaria, noches de insomnio y desvelo a uno y otro lado del globo. “Contestábamos wasaps y mails a las cuatro y las cinco de la mañana”, recuerda Forcano, “Debían aprovechar la mañana en Hong Kong”.

Inditex ayudó en la logística de transporte aéreo  y con su almacén en Zaragoza

Lo siguiente era coordinar la operativa logística, que se hizo con el “apoyo de una empresa de despacho de aduanas en China (DSV) y, en una ocasión, a través de la distribución que utiliza Inditex. La misma tarde del día 20 nos pusimos en contacto con Inditex y nos confirmaron de inmediato que podíamos colocar nuestra carga en uno de sus aviones. También nos apoyaron en la llegada de las mercancías desde su centro logístico de Zaragoza”, comenta Del Pozo.

El material sanitario adquirido por BBVA se repartió en tres vuelos, en los dos primeros llegaron los respiradores en sí y en el tercero material adicional para el uso de los respiradores (máscaras y oxigenadores). El primero llegó al aeropuerto de Barcelona el 28 de marzo, en vuelo directo desde Shanghái, desde donde partieron los otros dos también, uno con escala en Ámsterdam hasta Zaragoza y otro con parada en Bakú hacia Madrid. “Inditex nos ha ayudado mucho en la parte logística de transporte aéreo y también en la llegada a Zaragoza, donde tienen uno de sus centros logísticos”, recalca Del Pozo.

Una vez en España, fueron las direcciones territoriales de la entidad bancaria, en colaboración con el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), que indicó los puntos concretos donde debían ir los aparatos, quienes se encargaron de que todo el material fuera llegando a los centros y hospitales.

“Los grandes retos de nuestra sociedad requieren soluciones no convencionales diseñadas e implementadas desde perspectivas diferentes, y esto es lo que ha ocurrido en este caso”, destaca Del Pozo.

Intrahistoria

La experiencia vivida por los participantes en la operación de compra de la entidad financiera ha supuesto todo un máster acelerado. “Hemos aprendido la importancia de la validación de los equipos, con el Ministerio y de los especialistas médicos. Y hemos aprendido sobre gestión para la importación, la carga en el avión, la adecuación a las necesidades de uso en cada geografía y, por supuesto, la necesidad de acometer las operaciones con mucha agilidad, en un mercado que cada día que pasaba se ponía más complicado…”, reflexiona Ricardo Forcano sobre las lecciones aprendidas.

El momento más tenso, reconoce Forcano, fue cuando, ya embarcados los equipos de respiración asistida para UCI en Shanghái, las autoridades procedieron a una inspección que obligó a descargarlos. “Fue un problema muy relevante que pudimos resolver y conseguimos que llegaran en ese mismo avión”.

Forcano destaca especialmente el apoyo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, “que ha hecho un trabajo fantástico sobre el uso de estos equipos y lo ha recogido en diferentes informes”. Además, los médicos del Gregorio Marañón que estaban trabajando con los equipos sanitarios recibidos participaron en diversas videoconferencias con colegas en México para compartir la experiencia en España con el fin de lograr el mejor uso de los equipos y cómo resolver los problemas que podían presentar.

Fuente: Cinco Días