Ferrovial tiene luz verde de la Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor (ACCC por sus siglas en inglés) para la venta de la filial de servicios Broadspectrum a Ventia, compañía participada a partes iguales por Cimic (ACS) y el fondo estadounidense Apollo.

En su resolución, la ACCC dice no advertir un perjuicio al mercado australiano de los servicios por la combinación de Ventia y Broadspectrum a la vista de que ambas están enfocadas a segmentos distintos.

El examen, que apenas ha durado 37 días, se ha centrado en los servicios ofrecidos al sector de las infraestructuras, donde se precia tensión competitiva a pesar de esta concentración. También se ha señalado una superposición mínima de negocios en las áreas de defensa, justicia, educación, vivienda, oil & gas o consultoría ambiental.

Tanto el presidente como el CEO de Ferrovial, Rafael del Pino e Ignacio Madridejos, respectivamente, recordaron en reciente la junta de accionistas que el cierre de la operación está previsto para el tercer trimestre de este año.

El acuerdo con Ventia se produjo en diciembre de 2019 y la ACCC inició su investigación el 3 de marzo, ofreciendo sus conclusiones a las partes el pasado jueves. La compraventa asciende a 485 millones de dólares australianos (290 millones de euros). Por el momento, Ferrovial también ha colocado el área de Servicios de la filial polaca Budimex y resta la parte más voluminosa del negocio: los servicios en España y Reino Unido, además de negocios en Chile y Norteamérica.

«Hemos examinado de cerca esta adquisición para garantizar que se mantenga una fuerte competencia en el suministro de servicios a industrias con un impacto directo en los precios al consumidor «, ha señalado el responsable de la ACCC, Stephen Ridgeway, quien ha subrayado la disposición del órgano de competencia a acelerar los expedientes a la vista del impacto de la pandemia del Covid-19 en las empresas y sus operaciones. En este caso, la ACCC tenía margen para revisar el cambio de manos de Broadspectrum hasta finales de mayo.

Fuente: Cinco Días