«Diversa, sostenible, inclusiva y sexy”. Así es como Carlos Urroz, codirector de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid (Arcomadrid), ha definido la próxima edición de este encuentro anual que se celebrará del 27 de febrero al 3 de marzo en los pabellones 7 y 9 de Ifema. Con 203 galerías de 31 naciones, se estima que el impacto económico de esta cita ascienda a 140 millones de euros, con unos 100.000 visitantes, según las previsiones de los organizadores, cada vez más interesados en atraer a coleccionistas y artistas de América Latina.

“Arco, evidentemente, es una feria internacional, pero los latinoamericanos sienten que es suya”, afirma Juana de Aizpuru, directora de la homónima galería madrileña. Este año, la participación de Perú como país invitado al evento consolida ese arraigo. La nación andina se suma a Brasil, Colombia, Argentina y México, que ya fueron protagonistas de esta cita. “Potenciamos mucho nuestro vínculo con la región”, ha dicho Urroz en una rueda prensa celebrada el pasado lunes. “Para los coleccionistas latinoamericanos, Arco tiene un atractivo muy fuerte por los estrechos vínculos culturales con España”, argumenta Nacho Ruiz, director la galería murciana T20, que representa a diversos artistas provenientes del otro lado del Atlántico.

Puerta de Europa

“En muchas ocasiones, los coleccionistas de América Latina miran a Arco como una puerta que los introduce en el arte contemporáneo europeo”, arguye Joaquín García Martín, director de la galería española García. Pero también los artistas ven este espacio como un trampolín para explorar nuevos mercados. De hecho, en la próxima cita, los creadores latinoamericanos representarán el grupo más nutrido. Del total de artistas, un 70% serán foráneos. El 29% de ellos, latinoamericanos. Cuarenta galerías presentarán las obras de artistas procedentes de 12 países de la zona.

“Creemos que es bueno que la feria se abra a nuevos horizontes, que intente compartir su propuesta de valor con otros coleccionistas, no solo los locales”, explica Jordi Mayoral, director de la galería Mayoral. En total, Arco tendrá 300 coleccionistas procedentes de todo el mundo. A ellos se sumarán 40 jóvenes que llevan poco tiempo en el negocio de la compraventa. Este año se espera que asistan coleccionistas de 10 países latinoamericanos, principalmente de Brasil, Perú, Colombia, México y Argentina. “Estamos muy orgullosos de tenerlos entre nuestros activos más valiosos a esta feria”, ha dicho en la presentación de Arco Eduardo López-Puerta, director general de Ifema, responsable del evento.

En esta edición, que confirma a Arco como referente en la investigación, descubrimiento y conocimiento de nuevos talentos, cerca del 40% de las galerías presentan proyectos con uno o dos artistas por stand. Y con el objetivo de renovar e impulsar un nuevo coleccionismo, la cita vuelve a poner en marcha diferentes iniciativas. Por un lado, activa el servicio gratuito de asesoramiento en la compra de obras durante el evento (First Collectors, impulsado por la Fundación Banco Santander) y potencia el Young Collectors, un programa enfocado en jóvenes coleccionistas internacionales. Por otro lado, la plataforma virtual Artsy.net permite explorar la fiesta artística y las piezas a través de su web y su aplicación móvil. “Arco es una feria de descubrimientos. Los coleccionistas no vienen a comprar un picasso de 10 millones de euros, sino a descubrir nuevos talentos y a escuchar lo que tienen que decir los comisarios”, según Urroz.

La feria no termina ahí, pues vuelve a incorporar las voces de los profesionales de arte contemporáneo, consolidándose como plataforma de reflexión y de conocimiento esencial para críticos, comisarios, directores de instituciones y otros profesionales. Contará con la participación de más de 200 comisarios y otros agentes vinculados al arte. Ello permite, además del desarrollo de un intenso programa de debates, establecer un punto de encuentro e intercambio con las galerías. En esta ocasión, este espacio arrancará con una charla del premio Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa. “Por eso decimos que Arco es sexy, por la cantidad de gente que está interesada en el evento”, ha concluido Urroz.

Presencia andina

“Desde hace casi dos décadas se observa un creciente y sostenido interés internacional por los artistas peruanos, quienes paulatinamente han ganado espacios discursivos, de circulación y exhibición”, asegura Sharon Lerner, comisaria del programa dedicado a Perú, en un documento en donde explica los detalles sobre la elección de las obras que se expondrán durante el evento. La apuesta de Lerner ha sido por una generación que ha desarrollado parte de su carrera en el extranjero. Serán 24 los artistas que representarán al país andino y algunos de ellos buscan desmontar con su propuesta el discurso sobre la historia oficial local. Otros exploran las tensiones sociales producto del colonialismo y ponen en cuestión la naturalización de criterios étnicos, raciales o de clase.

Sumado a ello, el evento contará con un espacio de reflexión de ideas al que han sido invitados artistas de todo tipo, historiadores y comisarios para debatir sobre las particularidades del arte contemporáneo de ese país, los retos culturales y sociales a los que se enfrenta. “La presencia de Perú en Arco, a pocos años de la conmemoración del Bicentenario de su Independencia, constituye una importante ocasión para profundizar y reflexionar sobre nuestro pasado, presente y futuro”, según Claudio de la Puente Ribeyro, embajador de Perú en España.

Visitas por Madrid

“La cita de Arco es ineludible para los amantes del arte”, dice Jordi Mayoral, director de la galería Mayoral. En la semana dedicada al evento habrá 40 exposiciones y presentaciones (pertenecientes a 120 artistas peruanos) en diversas sedes culturales de Madrid, como Casa de América, Matadero, CentroCentro, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando o la Casa Encendida, entre otras. Entre las muestras destaca la dedicada a la cultura nazca, una civilización antigua del sur de Perú que es una de las más enigmáticas culturas de los Andes prehispánicos. También habrá una exhibición de arte amazónico en Matadero, una exposición sobre arte y vídeo en Conde Duque y un recorrido por la histórica revista Amauta.

Fuente: El País