Los agentes sociales ya se han formado una opinión sobre el plan director contra la explotación laboral del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos no se dan plenamente por satisfechos, pero sí comparten la orientación del programa que adelantó este diario el pasado jueves. Desde la orilla de los empresarios, la visión es contraria. En la patronal cunde la indignación con lo planificado por el Gobierno. Discrepan hasta del nombre del plan, por incluir la expresión “explotación laboral”. “El primer punto de las alegaciones será una queja por el título del informe. No estamos a principios del siglo XX”, apuntan desde CEOE.

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UGT ya tiene listas sus alegaciones en un documento de seis páginas. Al sindicato le gusta la orientación del plan, que prevé comenzar en agosto con dos planes de choque contra los abusos en la temporalidad y en la contratación a tiempo parcial. No obstante, reclama cambios y que vaya más allá en la lucha contra la economía sumergida en el hogar. Así, en la medida 36 —el borrador contempla 75— añade una 36 bis para “planificar actuaciones inspectoras adaptadas a las especiales características del sector del servicio en el hogar familiar”. Esas “especiales características” se refieren, entre otras cosas, a que la Inspección, a diferencia de otros sectores, no puede hacer acciones por sorpresa en hogares.

La central que dirige Pepe Álvarez también pide un mecanismo de coordinación con “las organizaciones sindicales”. Y, sobre la temporalidad, exige más atención a los fijos discontinuos.

CC OO analiza que “este plan supone un cambio importante, dado que se pone el foco donde corresponde”. Sin embargo, la organización que lidera Unai Sordo lamenta no haber tenido casi tiempo para analizar el plan, que fue anunciado por Pedro Sánchez al poco de llegar al Gobierno. “Echamos en falta un cronograma y un plan de seguimiento”, apuntan. Este sindicato muestra su preocupación por los recursos humanos y económicos que pueda tener el plan. Según el borrador, se prevé un incremento de ambos recursos, pero sin concretarlo.

Frente a estas opiniones, en la CEOE reina el enfado por el nombre del plan. No creen apropiada la expresión “explotación laboral”. Les indigna especialmente y piensan que no es la “mejor manera de comenzar a negociar algo”. Apuntan que la elección de estas palabras coloca a España mal en el contexto europeo. “¿Somos un país sin derechos laborales?”, se pregunta muy molesto y con cierta ironía un portavoz.

Fuente: El País