Primero fusión y ahora oficinas nuevas en el corazón financiero de Madrid. Savills Aguirre Newman está de estreno en Castellana 81, en la que fue la histórica sede de BBVA. Esta consultora no solo ha creado su flamante sede pensando en sus empleados sino como showroom de los nuevos espacios de trabajo concebidos por su división de arquitectura.

“Todo lo que contamos a nuestros clientes sobre workplace ahora lo vivimos primero para luego poderlo vender”, confiesa Jaime Pascual-Sanchiz, director general de la consultora.

La consultora nació a finales del pasado año. Savills abandonó su sede de José Abascal y Aguirre Newman la de General Lacy —que ya fue en su momento un hito de rehabilitación arquitectónica— para mudarse a finales de junio a Castellana 81. Ocupa la parte baja del edificio hasta la séptima planta, donde trabajan 345 empleados.

Esta torre fue diseñada Francisco Javier Sáenz de Oíza como sede para el Banco Bilbao, terminada en 1981 y está protegida arquitectónicamente. “Hemos hecho una implantación silenciosa, en la que habla el edificio”, explica Leyre Octavio de Toledo, directora de la división arquitectura. Por eso, han elegido tonos neutros y grises cálidos, con los que destacan los elementos pensados por el arquitecto, como las vigas marrones de hormigón y las espectaculares cristaleras a la calle. “En el diseño de las oficinas teníamos el objetivo de integrar a dos equipos en una sola compañía, que la gente pueda verse e integrarse y, finalmente, aplicar las nuevas formas de trabajo”, añade.

Tras la mudanza se ha acabado con el concepto de un lugar de trabajo fijo para cada empleado. Han desaparecido los teléfonos de sobremesa, las cajoneras y los papeles. Cada trabajador puede sentarse en alguno de los 12 barrios (uno por departamento).

A todos los empleados se les ha dado un kit tecnológico con un portátil y un móvil que facilita esa movilidad. Y algo importante para Octavio de Toledo: “Todos los puestos tienen luz natural. No hay sitios malos”. Cada empleado, a final del día, puede guardar documentos y sus cosas en su taquilla. “Yo ahora me muevo de sitio, buscando sobre todo a la gente con la que trabajo en ese momento”, relata Pascual-Sanchiz.

Cuando un cliente llega a la nueva sede se le da la opción de ir al nuevo Café Savills, en el vestíbulo de la sede, o refugiarse en algún lugar más discreto. “Hemos generado espacios distintos según la actividad, haciendo que la oficina se parezca más a una casa”, detalla la responsable de arquitectura. “En una época se buscó que todo fuera open space, pero eso no funciona. Buscamos un intermedio entre espacio abierto y despachos”. En total, han habilitado 68 puntos informales de trabajo, además de 18 salas de reunión, siete salitas para concentrarse, una “zona de pensar”, cocina, un café solo para empleados y una terraza al aire libre.

“La pasada semana estuvo en Madrid nuestro consejero delegado global y nos aseguró que la de Madrid es la oficina más bonita de Savills en el mundo”, afirma Stephen Newman, consejero delegado. Él y el otro consejero delegado, Rafael Merry del Val, han perdido su despacho y se sientan ahora en dos escritorios contiguos, y a la espalda cuentan con una gran sala de reuniones. Y se están adaptando a la nueva forma de trabajo, solo con un portátil y una pantalla en la mesa. “No he mandado un papel a imprimir en meses. El pasado hay que dejarlo atrás”, cree Newman.

Las cifras de la nueva sede

348 puestos de trabajo operativos.

12 barrios para trabajar, uno por departamento.

El 92% de los puestos de trabajo no están asignados.

El 100% de los puestos tiene luz natural y vistas de Azca.

Hasta 11 tipologías de espacios de colaboración distintos según su ubicación, tipo de mobiliario o uso, dotados con última tecnología que suman 68 puntos de trabajo en equipo sin necesidad de reservar.

18 salas de reuniones con diferentes capacidades, con última tecnología: pantalla, wifi, sistemas de control y gestión de reservas, sistemas de colaboración.

32 pantallas interactivas en zonas de trabajo en equipo (espacios de colaboración abiertos y salas de reuniones).

Siete espacios de concentración con sistema de gestión de reservas.

375 taquillas.

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Fuente: El País