Fiel a su estilo de mezclarse lo menos posible con el resto del sector, Ryanair ha dado la espalda a la creación de la mayor organización del sector aéreo en España, nacida de la integración de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (Aceta). La nueva ALA integra ya a compañías que han sido reacias durante años a entrar en este tipo de colectivos, como Norwegian y Cathay Pacific, que apenas llevaban unos meses en la antigua ALA. Pero Ryanair se resiste, pese a contar con la invitación del resto del sector.

La irlandesa también se ha venido negando hasta este mismo año a la interlocución con sindicatos españoles con representación en otras aerolíneas, como son Sepla y Sitcpla, y centrales como USO y UGT. El argumento es el de protegerse ante colectivos que pueden defender causas de terceros en perjuicio de la propia low cost.

“La integración de ALA y Aceta se produce en un momento en que el sector tiene la sostenibilidad como reto principal. Más allá de la acción de cada aerolínea, pensamos en la defensa de todo un sector que está siendo demonizado pese a ser responsable de menos del 2% de las emisiones globales de CO2”, explican fuentes cercanas al nuevo grupo de interés.

La irlandesa también se ha venido negando hasta este año a la interlocución con sindicatos españoles con representación en otras aerolíneas, como son Sepla y Sitcpla, y centrales como USO y UGT

En ALA están representadas cerca de 80 aerolíneas con el 70% del volumen de pasajeros en España, alcanzado los 160 millones a octubre de este año. La gran ausente tiene una cuota cercana al 20% en los aeropuertos de Aena. Con todo, nueve de las diez referencias con más tráfico están en la organización, de la que Easyjet mantiene la presidencia hasta abril de 2021.

Entre las novedades, con el cambio de estatutos, figuran la creación de dos vicepresidencias, que recaen en Iberia y Air Europa, ambas involucradas en un proceso de integración liderado por la primera. También se pasa de nueve a 12 miembros en la junta directiva. Cinco de los sillones son para aerolíneas españolas y siete se han reservado para firmas internacionales en busca del mayor equilibrio posible incluso entre firmas low cost y de red. Y es que ALA y Aceta nacieron como colectivos que agrupaban compañías extranjeras, la primera, y locales en el caso de la segunda, y todas ellas con actividad en los cielos españoles. ALA data de 1952 mientras Aceta fue creada en 2004 con fuerte liderazgo de Iberia.

“Esta unión de voces es el resultado de un proceso natural, dado que la mayor parte de los asociados de Aceta también eran miembros de ALA”, explican ambas asociaciones en un comunicado conjunto.

Los dos colectivos eran interlocutores directos de los distintos estamentos de aviación civil, control y seguridad aérea, así como de la propia Aena en procesos como el de la formación de las tarifas aeroportuarias, donde Ryanair y Jet2 actúan en solitario, y Norwegian lo ha hecho hasta ahora.

El nuevo colectivo tiene otros asuntos sobre la mesa como son el impulso al cielo único europeo; el avance de las tasas ambientales en Europa; la afectación a las operaciones aéreas por la falta de efectivos y conflictividad laboral en el control aéreo de distintos países del continente; el Brexit; la negociación del próximo documento de regulación aeroportuaria (DORA) que rige las inversiones de Aena, o los proyectos de ampliación de los dos mayores aeropuertos del país, Barajas y El Prat.

Fuente: Cinco Días