Rolls-Royce está en pleno ajuste de su estructura. La multinacional británica despedirá a 4.600 trabajadores para reducir sus costes anuales en 452 millones. Su filial vasca ITP Aero, uno de los principales fabricantes del mundo de turbinas de baja presión para motores aeronáuticos, ha quedado fuera de este proceso de reconversión.
El respaldo a ITP Aero ha quedado de manifiesto con el apoyo de Rolls-Royce a la construcción de una fábrica en Derio (Bizkaia). Supondrá una inversión de 14,2 millones y tendrá 160 trabajadores. Las instalaciones entrarán en actividad en primavera del próximo año para producir externals, componentes utilizados en el recubrimiento de los motores de los aviones, como los sistemas de fluidos, estructuras y otros elementos.
En el acto de colocación de la primera piedra de la planta, Carlos Alzola, director general de ITP Aero, ha manifestado que la creciente demanda de aviones por el incremento del tráfico aéreo en el mundo ha determinado que la participada de Rolls-Royce refuerce su red industrial. Según las previsiones de Alzola, las aerolíneas demandarán 42.000 nuevos aviones en los próximos veinte años. El sector crece cada ejercicio a un ritmo anual del 5 %.
ITP, que factura más de 850 millones con 3.600 trabajadores, centrará en la planta de Derio la gestión de su división de externals. Ahora fabrica estos componentes en Alcobendas (Madrid), México e India.
Arantza Tapia, consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, ha señalado en el acto de este miércoles que ITP Aero es uno de los grupos tractores de la industria aeronáutica de Euskadi, que el año pasado creció un 8 % en facturación y un 6 % en empleo.
Fuente: Cinco Días