El colectivo de repartidores de Glovo en Barcelona han denunciado este jueves su condición de falsos autónomos ante la Inspección de Trabajo, asesorados por el bufete Colectivo Ronda. La denuncia fue presentada por la Intersindical Alternativa de Catalunya (AIC) y RidersxDerecho BCN, la plataforma que nació para difundir el movimiento iniciado por los repartidores de Deliveroo y que defiende la mejora de las condiciones laborales de los riders.

“La pretensión de los repartidores [riders] de Glovo es que Inspección de Trabajo aprecie el carácter laboral y no mercantil que mantienen con la empresa, puesto que es la multinacional quien impone de forma absoluta las condiciones de prestación del servicio y determina aspectos sustanciales de su vinculación, como la configuración de sus horarios y los periodos de descanso”, indicó el citado bufete en un comunicado.

Los repartidores de Glovo confían en que la Inspección de Trabajo emita una resolución similar a la que realizó sobre Deliveroo, su directo competidor, y a quien hace dos semanas reclamó el pago de 1,3 millones en concepto de cuotas dejadas de abonar a la Seguridad Social tras determinar que los riders de Deliveroo son falsos autónomos, y les obligara a darlos de alta en el régimen general.

“Debemos considerar que las cifras pueden ser mucho más importantes en el caso de Glovo, pues el número de riders que trabajan en Barcelona con la multinacional de origen catalán se sitúa cerca de los 4.000 trabajadores, prácticamente triplicando el número de repartidores empleados por Deliveroo”, señaló el bufete. Glovo asegura, por su parte, que actualmente en Barcelona hay unos 1.000 repartidores activos que colaboran con ella.

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Los riders y los organismos que han denunciado a Glovo defienden que la relación de los repartidores con la compañía debe considerarse laboral y no mercantil, como la que tienen ahora, ya que la empresa impone las condiciones de prestación del servicio. Aseguran, por ejemplo, que la empresa rechaza cualquier intervención de los trabajadores en la configuración del servicio, como debería ser en el caso de la relación mercantil que se establece con los trabajadores autónomos.

La portavoz de la Intersindical Alternativa de Catalunya, Mireia Herrera, explicó a CincoDías que la denuncia presentada es “muy similar” a la que en su día plantearon con Deliveroo, “y en un par de semanas presentaremos el dossier de pruebas que demostrará la relación laboral que los riders mantienen con Glovo, algo que ya hicimos también con Deliveroo”.

Durante la presentación de la denuncia, unas 50 personas, según los denunciantes (menos de 30, según Glovo) se concentraron a las puertas de la Jefatura de la Inspección de Trabajo desplegando una pancarta con mensajes reivindicativos. Entre los participantes no solo estaban extrabajadores de Glovo o repartidores actuales de esta compañía, sino también exriders de Deliveroo y de Uber Eats.

El abogado de Colectiva Ronda Natxo Parra asegura que los llamados riders se han convertido en “la verdadera punta de lanza en la lucha contra la instrumentalización de la figura del trabajador autónomo como mecanismos de precarización general de las condiciones laborales”.
Glovo, por su parte, ha vuelto a defender hoy que la relación que mantienen con sus repartidores “se ajusta a la legalidad” y añade que los riders que se han manifestado no representan a la mayoría de las personas que colaboran con la plataforma.

La denuncia a Glovo se produce pocas horas después de que la firma anunciara el cierre de una ronda de financiación de 115 millones, que ha permitido dar entrada a nuevos inversores como AmRest, una de las mayores empresas del sector de la restauración, y a los fondos europeos Idinvest Partners y GR Capital. Glovo planea contratar a más de 100 ingenieros en los próximos meses para convertirse en un hub de referencia en el sur de Europa.

Precariedad y diálogo

Glovo ha insistido hoy en que los repartidores son una parte esencial de su modelo de negocio y “siempre estamos abiertos a escuchar sus ideas para mejorar. Y un ejemplo es el seguro privado que cubre su actividad”. La compañía ha añadido que el “contrato de servicio” que ofrecen “con total flexibilidad para el rider, que decide cuándo y cómo va a prestar sus servicios, y si le conviene o no hacerlos, es el que nos ha aportado multitud de colaboradores que creen en nuestro proyecto”. De hecho, recuerdan que recientemente un juez ha dictaminado en Italia que los glovers (los repartidores de Glovo) son trabajadores autónomos.

Frente a estas declaraciones, el abogado de Colectivo Ronda, asegura que “los repartidores son autónomos en lo que se refiere a verse privados de los derechos que los amparan como trabajadores por cuenta ajena. Esto no es economía colaborativa sino solo economía de explotación salvaje”.

Fuente: Cinco Días