Telefónica está perdiendo en esta segunda mitad del año el cetro que porta en los últimos nueve como grupo español con mayor volumen de facturación.

Repsol no solo acaba de marcar su mejor beneficio neto en 10 años al cierre de un tercer trimestre (2.171 millones, tras un alza del 37%) sino que consigue imponerse en ventas a la líder de la última década entre las empresas españolas por cifra de negocio: Telefónica.

En el pulso con la teleco, la petrolera concluyó el primer semestre aún por detrás y el sorpasso se fue produciendo durante el verano. A la vista del consenso de los analistas consultados por Bloomberg, el nuevo estatus tiende a consolidarse e incluso se esperan mayores distancias a favor de Repsol. Había que remontarse a 2008 para verla por delante de Telefónica en cifra de negocio, cuando la primera sumó 60.368 millones en el ejercicio completo y la segunda declaró 57.946 millones.

La teleco sufre el impacto en sus ventas de la debilidad de las divisas en Latinoamérica y la incertidumbre por el Brexit

El grupo que dirigen Antonio Brufau y Josu Jon Imaz se mueve en sus mejores volúmenes desde que perdiera YPF a manos del Gobierno argentino. Los 36.772 millones de los tres trimestres cerrados ya la convierten en líder por facturación entre las cotizadas españolas, tras un avance superior al 21%. Enfrente, la cifra de 35.776 millones declarada por Telefónica, un 7,9% inferior a la de un año atrás. Aunque no es estrictamente comparable, Repsol también supera los 35.882 millones del Santander, cuyo margen bruto cae un 1,2%. Pesan claramente contra estas dos últimas compañías la debilidad de las divisas latinoamericanas en que cobran parte de sus servicios y la incertidumbre que acecha a la libra esterlina.

Telefónica, con foco en reducir deuda y gastos operativos, debería moverse en unos 49.300 millones a la conclusión de este 2018, según anticipan los analistas que siguen a la compañía, y la cifra bajaría al entorno de los 48.900 millones en 2019. En lo que va de ejercicio, el conglomerado que preside José María Álvarez Pallete, declara un impacto negativo a nivel de facturación de 3.300 millones por los tipos de cambio.

De Repsol, por su parte, se espera un salto de más de 10.000 millones entre 2017 y 2018, con una estimación de cierre en 51.900 millones y un consenso de mercado que eleva las ventas del próximo ejercicio un 4,8% sobre el previsto de 2018, hasta los 54.400 millones. Sirven de tracción los precios del barril de petróleo o la diversificación hacia nuevos negocios.

Tras la expropiación de YPF y con un crudo derrumbado, la facturación de Repsol llegó a descender hasta los los 34.700 millones en 2016. Tras ese hito negativo, los ingresos han remontado el bache.

Crecimiento inorgánico

Tiran de las ventas, y de la generación de caja de Repsol, los negocios de exploración y producción (upstream), y en el futuro el nuevo perfil como comercializadora eléctrica en España. Repsol se ha hecho con activos no regulados de generación y la comercializadora de Viesgo por 733 millones, lo que le permite alcanzar los 2.950 MW instalados (contaba ya con 600 MW en cogeneración). Una escalada que diversifica a la compañía, preparada para vender electricidad con el certificado de 100% renovable, una vez que dio por concluida su trayectoria en Gas Natural Fenosa.

A ello, Repsol añade en el último trimestre la toma de la planta fotovoltaica Valdesoras, en Valdecaballeros (Badajoz), con 264 MW en fase de tramitación administrativa; ha entrado en la energía eólica flotante, con la financiación de 26 MW con EDP en Portugal, y tiene lanzada la nueva Repsol Electricidad y Gas. De hecho, ayer puso en marcha la campaña publicitaria para tomar posiciones entre las comercializadoras de luz e incluirá en su página web una nueva sección como eléctrica y suministradora de gas natural. Una oferta que va a reforzar combinándola con descuentos en la red de estaciones de servicio.

Otras opciones de negocio abiertas pasan por potenciar la instalación de gasolineras en México; la expansión en el trading o comercio de petróleo; la apuesta por el negocio internacional de lubricantes, o el desarrollo del campo estadounidense de gas Marcellus, en el que prevé obtener en el cuarto trimestre de 12.000 a 14.000 barriles diarios equivalentes de petróleo más.

En el pulso con la teleco, la petrolera concluyó el primer semestre aún por detrás y el sorpasso se fue produciendo durante el verano

La mayor petrolera española ha elevado su producción de hidrocarburos un 4% frente a los tres primeros trimestres de 2017, hasta situarla en una media de 713.000 barriles equivalentes de petróleo al día, gracias a nuevos proyectos en Trinidad y Tobago, Reino Unido, Argelia, Perú y Malasia. En upstream, motor de caja de la compañía, dobla el resultado del año pasado a partir de medidas de eficiencia, mayores volúmenes y el incremento en los precios internacionales, según apuntó la compañía días atrás en la presentación de sus resultados.

Ya en el negocio de downstream (Refino, Química, Marketing, Lubricantes, Trading, GLP, Gas & Power), obtiene mejoras en las divisiones de Gas & Power, Marketing y GLP.

Buenas expectativas para los accionistas

Dividendo creciente en la petrolera. Las nuevas palancas de negocio y el alza del precio del barril de petróleo permiten a Repsol una mejora del 8% en la remuneración al accionista. La previsión para 2018 pasa por entregar un dividendo de 0,9 euros, elevarlo a 0,95 euros en 2019 y volver al euro por acción en 2020, tal y como expresa el plan estratégico. Este fue actualizado en junio tomando como referencia, notablemnete conservadora, un barril de Brent a 50 dólares.

Fuente: El País