El aeropuerto de El Prat ha registrado este viernes por la mañana las primeras colas, de hasta una hora en la terminal 2, en los controles de seguridad por la huelga indefinida que desde esta medianoche llevan a cabo los vigilantes del Aeropuerto de Barcelona. La situación en la terminal 1 es de fluidez y normalidad y los viajeros, muchos de los cuales han llegado con antelación, han de hacer unos 20 minutos de cola para pasar el control. La Delegación del Gobierno en Cataluña ha decretado unos servicios mínimos del 90 % por esta huelga, aunque el comité ya ha advertido de que difícilmente se podrán cumplir, ya que hay muchos trabajadores de baja o vacaciones. “Se están cumpliendo los servicios mínimos del 90%” y no se están sustituyendo a los trabajadores», ha asegurado Pilar Albacete, directora de recursos humanos de Trablisa, la empresa que desde 2018 se encarga de los controles de seguridad de El Prat.

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El flujo de viajeros a las puertas de entrada para los controles se ha ido intensificando a partir de las 9 de la mañana, aunque se han habilitado más filas y eso ha permitido una situación de cierta normalidad en pleno mes de agosto. Se calcula que unos 185.000 personas pasarán por el aeropuerto catalán. “El vuelo es a las 12 y he tenido que venir a las 9 por si acaso”, explica Marina Benete, una joven de Barcelona que viaja a Las Palmas. “Me he enterado de la huelga por mi abuela, Vueling no me ha informado de nada”, añade. Donde sí se han producido problemas a primera hora mañana ha sido en la terminal 2 del aeropuerto, con colas de hasta una hora. Con antelación también ha llegado al aeropuerto Javier Canales, que viaja con Vueling, junto con tres amigos más a Berlín. “La aerolínea me avisó ayer por SMS y por email”, afirma el chico.

La presidenta del comité de empresa de Trablisa, Genoveva Sierra, ha asegurado que «es prácticamente imposible» que la huelga de los vigilantes «se note», ya que los servicios mínimos decretados son del 90 %. En declaraciones a la prensa desde el aeropuerto, Sierra ha afirmado que con estos servicios mínimos tan elevados los trabajadores solo pueden seguir la huelga «moralmente, mientras pasan maletas». Sierra ha denunciado que un grupo de siete empleados que no habían recibido la carta de servicios mínimos se han personado en el aeropuerto para confirmar que no debían trabajar y «les han intentado obligar» a hacerlo. Por su parte, la directora de recursos humanos de Trablisa lo ha negado, pero ha dicho que sí que van comunicando a los vigilantes los turnos que tienen asignados para los próximos días al ser una huelga indefinida.

La plantilla de Trablisa decidió ayer por amplia mayoría, con 175 votos a favor y solo dos en contra, ir a la huelga para exigir mejoras salariales y laborales, tras fracasar las reuniones de mediación entre empresa y sindicatos. Desde las 00:00 horas de este viernes los cerca de 500 empleados de Trablisa secundan una huelga de 24 horas y con carácter indefinido. Es el segundo paro que vive el aeropuerto barcelonés en menos de dos semanas, después de la protesta que protagonizó a finales de julio el personal de tierra de Iberia.

La situación, no obstante, podría complicarse a lo largo del día, teniendo en cuenta que El Prat está en plena temporada de verano y que solo para este viernes hay programados un millar de vuelos. Tanto AENA como las aerolíneas han recomendado a los viajeros que acudan con antelación al aeropuerto, dado que este conflicto laboral puede incrementar los tiempos de espera para pasar el control de seguridad. Y así lo han hecho numerosos usuarios, que aunque tenían vuelos programados a primera hora de la mañana han decidido pasar la noche en las terminales del aeropuerto para evitar problemas en el embarque.

Hace dos años, en el verano de 2017, los trabajadores de los controles de seguridad de El Prat, entonces bajo el paraguas de la empresa Eulen, secundaron una huelga que provocó graves problemas en la operativa del aeropuerto y acabó con un laudo arbitral de obligado cumplimiento.

Fuente: El País