Norwegian Air Shuttle cerró 2018 con unas pérdidas de 150 millones de euros, multiplicando por cinco los números rojos registrados en 2017, pese a que su facturación se incrementó en un 30% en el último ejercicio, hasta los 4.128 millones de euros. La aerolínea de bajo coste nórdica atribuye estos malos resultados a los problemas en los motores Rolls-Royce de los nuevos aviones Boeing 737 Dreamliners, lo que le forzó a arrendar aviones con tripulaciones para evitar retrasos y cancelaciones en vuelos intercontinentales, a los altos precios del combustible y a «la dura competencia en un período de fuerte crecimiento».

Un total de 37,34 millones de pasajeros volaron con Norwegian en 2018, un 13% más, con una ocupación media del 85,8%. España se situó como tercer mercado de la compañía por ingresos, con el 26% del total, tan sólo por detrás de la propia Noruega y Estados Unidos.

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La compañía, que fue pretendida por IAG aunque finalmente desechó realizar una opa, señala que ha llegado a un acuerdo con el fabricante de los motores Rolls-Royce, que tendrá un efecto positivo en 2019. Durante 2018, recibió 25 aviones nuevos y cerró el año con una flota de 164 aparatos. «La operación del Dreamliner funciona ahora sin contratiempos, y no prevemos que los problemas en los motores vayan a afectar a nuestro servicio en el futuro».

Plan de reducción de costes

La aerolínea, especializada en vuelos de largo radio de bajo coste, señaló que a partir de 2019, el crecimiento y las inversiones disminuirán considerablemente, y ha emprendido una serie de iniciativas para volver a la rentabilidad durante este año. Los costes unitarios de la compañía (excluido el combustible) se redujeron en un 12% en 2018.

En esta línea, Norwegian anunció en enero el cierre de tres de sus ocho bases españolas (Palma de Mallorca, Gran Canaria y Tenerife) y las de Roma-Fiumicino en Italia, y Stewart y Providence en Estados Unidos.

“Hemos optimizado nuestra estructura de bases operativas y de rutas para así mejorar la operativa, así como desinvertir en aviones y aplazar entregas de aviones; además, hemos iniciado un programa interno de reducción de costes, que impulsará nuestras finanzas y nos devolverá a la rentabilidad”, señaló en una nota el fundador y consejero delegado de Norwegian, Bjørn Kjos.

Fuente: El País