La mayor hotelera de España tuvo una cifra de negocio de 1.414 millones de euros en los nueve primeros meses de 2018, lo que supone un 3% menos que en el mismo período de 2017. Una bajada que Meliá lo achaca en exclusiva “al importante volumen de reformas y a los procesos de apertura en marcha”. De hecho, el ebitda en los tres primeros trimestres se incrementó un 9,1% y el beneficio neto también ascendió un 10% respecto al año anterior. “Nuestra apuesta por un modelo que prioriza la incorporación de hoteles en gestión está comenzando a dar sus frutos, proporcionándonos una base creciente de ingresos por fees de gestión y maximizando nuestra estructura de escala en los distintos mercados”, ha asegurado el consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer.

Entre enero y septiembre, la firma ha abierto 17 hoteles nuevos, todos ellos bajo el modelo de gestión, excepto uno en alquiler, y en ese mismo período ha firmado 19 nuevas aperturas. De ellas 10 serán en el área de Asia-Pacífico, siete en la de Europa, Oriente Medio y África, una en Caribe y otra en Londres. “Me enorgullece constatar la positiva evolución mantenida en los nueve meses transcurridos de 2018, a pesar de la competencia generada por la recuperación de destinos competidores en Norte de África y Turquía, y de la caída de reservas del norte de Europa por la atípica climatología vivida este verano”, remarca Escarrer. En la actualidad tiene en marcha 56 proyectos en construcción, con un total de 15.000 habitaciones, de los que el 85% se formalizarán en modelo de gestión.

La aceleración en el plan de crecimiento ha tenido su máximo exponente esta semana en la que se han dado a conocer dos apuestas. Por un lado, la gira de la cúpula directiva por Asia, en la que se han firmado tres nuevos hoteles (dos en Vietnam y otro en Tailandia) y se ha fijado el objetivo de contar con una planta de 51 establecimientos en 2022. En el otro lado, Meliá aprovechó su presencia en la World Travel Market de Londres para anunciar dos nuevos hoteles en Londres y Tanzania. Especialmente llamativa es la inversión en la capital londinense, en mitad del proceso de salida del Reino Unido de la UE y las incertidumbres sin resolver entre los empresarios.

Las expectativas para el cuarto trimestre son positivas, ya que prevé una mejora de un dígito en sus hoteles urbanos, con dos excepciones. La primera es Barcelona, donde la compañía prevé que seguirá acusando la caída registrada en el turismo de negocios, y Canarias, que tras años seguidos de records, afronta la competencia creciente de destinos como Túnez y Egipto, que están recuperando el gran volumen de turistas perdido desde 2011.

Fuente: Cinco Días