“Esto es una vergüenza. Me hacen esto en otro país en mis vacaciones y no vuelvo”, es una de las quejas que más se han escuchado este lunes en algunos aeropuertos españoles. Pese a que el ambiente en la Terminal 2 del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas ha sido relajado por lo general en la jornada de hoy, ha habido viajeros que han increpado a los taxistas que se encontraban parados frente a la salida de llegadas a modo de “servicios mínimos” para llevar de manera gratuita a gente de movilidad reducida o a familias con bebés.

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“Esto da una muy mala imagen de la ciudad y del país, es intolerable”, critica Gonzalo R., un viajero nacional. La huelga de los taxistas afecta a turistas y locales por igual, pero las reacciones son diferentes. Los turistas extranjeros, que en la mayoría de las ocasiones se han enterado de los paros al salir de la terminal madrileña, no le han dado mayor importancia.

“Llevamos tres horas esperando a que el hotel nos mande a alguien para venir a recogernos. Es una mala situación con tanto calor, pero entiendo que tienen derecho a hacer huelga”, explica la turista argentina María de la Fuente. La mayoría de los viajeros se decantan por utilizar el transporte público en la capital, a instrucción de los taxistas, aunque alguno ha decidido apostar por la competencia. “¿No hay servicio? Pues pido un Uber”, ha sentenciado Javier Gatnau, que volvía a Madrid de un festival de música en Bélgica.

La situación en Barcelona, epicentro de las protestas, ha sido pareja: con un Aerobús colapsado por las largas colas, las opciones más usadas para llegar a El Prat son el metro pero, sobre todo, las aplicaciones. De noche es casi la única opción, dado que no operan ni el autobús directo ni el metro. “Da un poco de miedo ir al aeropuerto, pero ahí nos están esperando los clientes”, explica un conductor de Cabify que prefiere no revelar su identidad.

En la parada de taxis del aeropuerto, una trabajadora detalla los transportes alternativos a los turistas. A su lado está un taxista que también hace “labores informativas”. “¿Hay Uber?”, pregunta Rosa, una turista chilena. “Puedes ir en metro, en tren o en Aerobús”, dice el taxista.

Fuente: El País