El Ministerio de Agricultura exigirá por un real decreto que se aprobará en el próximo Consejo de Ministros, el etiquetado de origen en el conjunto de los productos lácteos, según dijeron responsables del departamento a representantes de la Organización Interprofesional Láctea, Inlac. Para responsables del sector ganadero, es una medida necesaria para impulsar la demanda de los productos españoles y con ello elevar los precios de la leche.

Esta decisión se adopta a pesar de que la primavera pasada, con el PP en el Ministerio, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) elaborara un informe en el que reclamaba a Agricultura nuevos argumentos para justificar su implantación. Competencia entendía que esta medida de detallar el origen podía poner trabas a la libertad de circulación de mercancías, tener un efecto proteccionista para la industria nacional y compartimentar los mercados de la UE. A pesar de ello, la ministra anterior, Isabel García Tejerina, señaló que iba a seguir con su idea, al igual que hará ahora el departamento de Luis Planas.

Para el responsable del sector ganadero de la organización gallega Unions Agrarias-Upa, Román Santalla, se trata de una medida necesaria para impulsar la demanda de los productos españoles y con ello elevar los precios de la leche que se mantienen estancados en los últimos tres años en unos niveles medios entre los 0,31 y los 32 euros por litro en origen y que en Galicia son de 0,30.

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Santalla acusa a las industrias de seguir escudándose en los precios bajos de la distribución para no elevar los mismos en el campo, cuando, en realidad prácticamente se ha puesto fin a los precios de oferta en las grandes superficies quedando los beneficios en manos de las empresas transformadoras. “Ya está bien de echar a la gran distribución todas las culpas cuando, en el caso de la leche, son ya pocos los casos de ofertas a precios reclamo y, además, cuando han subido las cotizaciones de otros productos como la grasa”, señala Santalla.

Apoyo a la leche española

Desde la organización interprofesional de la leche, Inlac, esta exigencia del Ejecutivo se quiere complementar con una fuerte campaña para la promoción de los productos lácteos, pero solo de los españoles. Para ello, han planteado a Agricultura la prórroga de la extensión de norma con cuotas más altas para ganaderos e industriales para pasar de recaudar 1,23 a 1,9 millones de euros cada año con el fin de disponer de los fondos necesarios para su desarrollo.

En medios agrarios no se oculta que la exigencia del etiquetado puede verse como una acción de apoyo para aumentar el consumo de los productos españoles, una especie de política renacionalizadora de la demanda, pero es lo mismo que están haciendo otros países comunitarios con el silencio de Bruselas.

En el caso concreto de España, las experiencias para apoyar a los productos nacionales no han sido positivas. En los últimos años, para impulsar la demanda de leche líquida española, se acordó poner en los briks la leyenda de Producto Lácteo Sostenible, PLS, para diferenciar la leche española. La medida no se tradujo en un mayor consumo interior de la misma que siguió cayendo desde los 100 litros por persona y año en el 2000 a menos de 70.

Fuente: El País