La venta de Itínere, la empresa que controla cinco autopistas de peaje en el norte de España, entre ellas la principal vía de comunicación interna de Galicia, tiene visos de acabar en una guerra entre fondos de inversión. Pese a que el pasado julio tres socios de esta compañía -Sacyr, Abanca y Kutxabank- alcanzaron un acuerdo para venderle sus participaciones a Globalvía, una firma de concesiones controlada por varios fondos, el primer accionista de Itínere, Corsair, ha anunciado este lunes que presentará una contraoferta junto con el fondo holandés APG. Corsair asegura en un comunicado que su alianza tiene garantizado el control del 59,2% de la empresa de autopistas frente al 55,6% que había logrado Globalvía. 

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«Los 552 kilómetros de autopistas de peaje que Itínere gestiona son infraestructuras vitales«, ha destacado sobre el acuerdo Ron Boots, responsable de Infraestructuras de APG en Europa, mientras Corsair se ha felicitado por poder llevar a Itínere «a una nueva fase de su evolución».

Corsair es propietario actualmente del 38% del capital de Itínere, concesionaria entre otras vías de la AP-9 que une en Galicia Ferrol con la frontera de Portugal y de la AP-1 entre Burgos y Armiñón, por lo que se deduce que si presenta su contraoferta como ganadora es porque cuenta con el apoyo de otros accionistas, aunque su identidad tampoco ha sido desvelada por APG. La empresa de autopistas tiene como socios, además de Corsair, a la entidad bancaria Abanca, con un 23,81%, a la constructora Sacyr con un 15,5%, a Kutxabank con un 16,3%, y a Liberbank con el 5,8% restante.

Sacyr niega haber alcanzado un acuerdo con Corsair y APG. Fuentes del grupo han indicado a Europa Press que analizará con su departamento jurídico todos los escenarios legales que se abren a partir de ahora ante esta pugna por el control de Itínere. La constructora que preside Manuel Manrique, Abanca y Kutxabank son los tres socios que fimaron en julio un acuerdo de venta a Globalvía de sus participaciones en Itínere por un importe de 723 millones de euros. Fuentes conocedoras del pacto señalan a Europa Press que incluye una cláusula penal por la que estos tres socios tendrían que pagar 100 millones de euros a Globalvía en caso de que se rompiera.

La contraoferta de Corsair se ha anunciado el día en el que acababa el plazo para poder ejercer su derecho de tanteo. Con su de momento frustrada compra de Itínere, Globalvía, una firma de concesiones controlada por tres fondos extranjeros, pretendía sumar una cartera de 32 activos, de los que 25 serían autopistas, y elevar su facturación hasta los 700 millones de euros. La compañía presidida por Juan Béjar ha impulsado una estrategia de crecimiento que en los últimos meses le ha llevado a extender su negocio a Estados Unidos, Portugal y Chile.

Fuente: El País