El avance tecnológico parece indiscutible. La transformación que ha generado en todas las capas sociales ha provocado numerosos cambios. Es tal la influencia de la tecnología en la política que a nadie ya le sorprende hablar de fake news o propaganda electoral personalizada. Los nuevos límites éticos también han emergido ante este contexto. Más que nunca, las personas intentan descifrar si todavía quedan certezas a las que asirse. O plantearse cómo controlar a quienes gobiernan. El evento organizado por EL PAÍS Retina el próximo 27 de marzo, Tecnología y Sociedad, reunirá a políticos, filósofos y tecnólogos para buscar respuestas ante tanta duda.

Cada vez hay más voces críticas con el devenir tecnológico que rodea el mundo. Más voces cercanas a la distopia que a la prometida Arcadia feliz. Lo único que pretenden estos pensadores es apartarse de la línea trazada y seguida por la gran mayoría. Buscan nuevos escenarios, unas alternativas a la imposición de un modelo inmutable. Tanto Victoria Camps como José Luis Pardo, ambos filósofos, se subirán al escenario para aportar algunas pistas que permitan a los asistentes responderse a las grandes dudas que genera la tecnología dentro de la sociedad. ¿Podemos entender el mundo que hemos creado? ¿Dónde está el orden?

Hablar de sociedad y dejar al margen a la política carecería de sentido. Las nuevas herramientas son fundamentales. Diferentes presidentes y partidos han encontrado una gran ayuda en la tecnología. Las redes sociales son un buen ejemplo de cómo las han ido capitalizando. Eduardo Madina, ex secretario general del Grupo Socialista en el Congreso y director de KREAB Research Unit, y Álvaro Nadal, exministro del Partido Popular de Energía, Turismo y Agenda Digital, se sentarán en una mesa para hallar respuestas a la idea de si hay ideología detrás del avance tecnológico. Porque algo casi incuestionable es que no existe político que se atreva a posicionarse en contra tecnología. Pero ¿hasta qué punto las plataformas crean empleo de calidad? ¿Emprender siempre es bueno?

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Para arrojar algo más de luz al aspecto público, Beth Noveck, antigua responsable digital del Gobierno de Barack Obama, ha preparado una charla acerca de cómo las nueva tecnologías fomentan la incertidumbre en el futuro de la democracia –aunque ya existan algunos caminos que seguir–. Asuntos como la participación ciudadana y cómo los Gobiernos crean herramientas de democracia directa tomarán directamente la palabra durante el evento. En el caso en concreto de Noveck, qué mejor ejemplo para todos los asistentes que conocer de primera mano la estrategia empleada por el expresidente de Estados Unidos, un pionero en el uso de la técnica y la política.

Nick Srnicek, profesor de economía digital en el King’s College de Londres, pondrá sobre la mesa un tema de gran relevancia: cómo manejamos a los gigantes tecnológicos. Provocador nato, su idea acerca del futuro que le espera a la sociedad no es muy halagüeño. Durante su ponencia, dejará claro que el poder amasado por imperios como Google, Facebook, Amazon, Apple y demás conglomerados techies, supone un gran riesgo para el ser humano.

Para cerrar la jornada, Mitchell Baker, presidenta y cofundadora de Mozilla, compartirá con el público cómo ve el impacto social al que ha llegado la tecnología. En su opinión, más saludable sería volver a los inicios de internet. Aquella época en la que había ciertos estándares y el código abierto era la norma. Ante los asistentes alertará de cómo la red de redes se ha comercializado, ha perdido los valores de su creación y hasta su neutralidad está más que en riesgo. Un discurso interesante sobre un elemento esencial que ha cambiado el desarrollo social del mundo.

Las empresas, clave

Rol relevante. Telefónica, Red Eléctrica y Atento mantendrán un intercambio de palabras bajo la premisa de cuál es compromiso adquirido por ellas con respecto a tantos retos abiertos por la transformación digital.

Premisas. Todas las aristas abordadas el próximo 27 de marzo, solo faltará concluir si el número de interrogantes disminuye o, si por el contrario, emergen nuevas preguntas acerca de hacia dónde lleva a la sociedad tanta tecnología.

Soluciones. Detrás de la crítica debe haber alguna solución, sin adelantarla en exceso, Nick Srnicek, profesor de economía digital en el King’s College de Londres, pretende determinar el rol que pueden jugar las personas para revertir este dominio.

Fuente: El País