Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Barcelona-El Prat no han llegado a un acuerdo con la empresa Trabilsa en la reunión que este miércoles han mantenido con la mediación de la Generalitat. De forma que la huelga indefinida prevista para el viernes sigue adelante. Los trabajadores tienen previsto hacer una asamblea mañana jueves en un espacio de la calle Riu Llobregat, 94, en el Prat, dónde van a decidir las protestas y acciones que seguirán. Son unos 500 empleados los que están llamados a parar a partir del viernes, para reclamar una mejora salarial y unas mejores condiciones de trabajo.

La empresa ha rechazado todas las propuestas pedidas por parte del Sindicato. Tan solo ha mostrado su compromiso con unos pluses en los salarios de los trabajadores, ya acordados anteriormente, que serán efectivos a partir de octubre. En relación a las demandas sobre paridad, la empresa ha asegurado que casi el 40% de sus trabajadores son mujeres y que de cara al futuro intentarán reducir las desigualdades en este sentido.

La Delegación del Gobierno en Cataluña decretó el lunes unos servicios mínimos del 90%, que según fuentes sindicales son un «abuso total» por «discriminatorios». La Delegación del Gobierno ha tomado esa decisión tras considerar como «servicios esenciales» su función, tal y como le han asegurado los informes que se han tenido en cuenta a la hora de tomar la decisión, remitidos por la misma dirección del aeropuerto y por la Guardia Civil. El comité de empresa reclamaba unos servicios mínimos del 50%.

La convocatoria de la huelga la impulsan los sindicatos independientes PROU, SPS, STS y Alternativa Sindical, después de que USO acabara desmarcándose de la convocatoria para finales de julio, que acabó siendo descartada por algunos compromisos asumidos por Trablisa que el comité de huelga asegura que no se han cumplido. Entre otras exigencias, el comité de empresa demanda una mejora salarial de 162 euros mensuales por la sobrecarga de trabajo existente en Barcelona respecto a otros aeropuertos de la red de Aena y un mínimo de seis vigilantes permanentes en cada filtro de seguridad.

Fuente: El País