El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha acordado citar como investigado -antes imputado- al empresario ruso y máximo accionista de la cadena de supermercados DIA, Mijail Fridman, en la causa que investiga supuestas irregularidades en la caída del grupo tecnológico Zed.
Según han informado a Efe fuentes jurídicas, el titular del juzgado central de Instrucción número 6 ha aceptado la petición de la Fiscalía Anticorrupción, que a comienzos de semana solicitó la imputación del magnate por supuestos delitos contra el mercado, administración desleal e insolvencia punible.
El relato del Ministerio Público ubica al empresario en el origen de la insolvencia de Zed, una situación que Fridman, accionista del grupo tecnológico, habría propiciado con maniobras para asfixiar a la compañía económicamente y después adquirirla a un «precio irrisorio» por debajo del de mercado.
La Fiscalía Anticorrupción pidió el lunes al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que cite a declarar como investigado al multimillonario ruso Mikhail Fridman, dueño de la cadena de supermercados Dia, por liderar una serie de actuaciones para aprovecharse de la situación de quiebra de la empresa española Zed WorlWide y adquirirla por 20 millones de euros, «un precio irrisorio».
El fiscal José Grinda remitió un escrito al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, al que ha tenido acceso Europa Press, en el que explica que Fridman, máximo accionista de la cadena de supermercados Dia, «tiene el control de los acontecimientos, que junto con la conducta de otros investigados, derivaron en la insolvencia de Zed WordWide», que presidía Javier Pérez-Dolset.
El representante del Ministerio Público considera que la finalidad de las decisiones de Fridman era «el apoderamiento total de una compañía mediante un procedimiento complejo que se vale de actuaciones de distinta intensidad, ejecutadas en diversas líneas y que culmina con una situación de bloqueo institucional y económico de la compañía (insolvencia), para adquirirla a un precio irrisorio muy inferior al de mercado».
El escrito apunta que del análisis de toda la información conseguida a lo largo de esta instrucción cabe deducir que el inversor ruso lideró «una práctica que se conoce en el entorno criminal ruso como ‘raider’ (asalto o ataque) o absorción ilegal de empresas».
En noviembre de 2017, unos meses después de explotar la operación Hanta por la que fue detenido Javier Pérez Dolset, Fridman remitió un escrito a la Fiscalía Anticorrupción en el que se desmarcaba de cualquier responsabilidad en las decisiones empresariales que pudieron haber derivado en la insolvencia de Zed Worldwide en España objeto de investigación.
Sin embargo, un reciente informe policial que obra en el sumario y al que tuvo acceso Europa Press pone en duda esa versión sosteniendo, con un análisis pormenorizado del funcionamiento de las empresas así como con mensajes de WhatsApp y correos electrónicos de distintos implicados, que Fridman ostenta «el poder fáctico y directo» sobre los directivos y las decisiones que adoptaron causando un perjuicio patrimonial al accionariado español de Zed.
El fiscal describe en el escrito remitido al magistrado instructor toda la operativa llevada a cabo, destacando que Fridman alcanzó una «posición de privilegio frente a cualquier tipo de decisión» del Grupo Zed cuando se convirtió en uno de los principales acreedores de la compañía en 2013. La entidad crediticia Amsterdam Trade Bank, una de las que prestó dinero a la tecnolo*gica para sacar adelante el ‘Proyecto Zeus’, con el que se planeó su salida a Bolsa en el mercado estadounidense Nasdaq, pertenecía a un grupo cuyo propietario es el empresario ruso.
Fuente: Cinco Días