La energía renovable española se ha revelado como uno de los polos de atracción del capital extranjero. Tanto es así que KKR, el actual dueño de X-Elio, ha recibido muestras de interés de inversores de medio mundo. Los últimos han sido la gestora de fondos de JP Morgan –a través de su filial para la inversión en renovables, Sonnedix– y los fondos de pensiones canadienses CPPIB y Omers, según indican fuentes financieras.

El fondo de capital riesgo pilotado en España por Alejo Vidal-Quadras arrancó ya en 2018 la venta de su participada, antes llamada Gestamp Solar, según informó CincoDías. Para ello contrató a Citi y a la división de banca de inversión de Macquaire como asesores. La valoración se situaba entre los 1.000 y los 1.200 millones. Los fundadores de Gestamp, la familia Riberas, también se desprenderá del 20% que retiene en la compañía.

Fuentes financieras indican que el proceso acaba de ser lanzado como tal y aún se encuentra en una fase incipiente. Los posibles contendientes tan solo han mostrado su interés y están a la espera de remitir sus ofertas no vinculantes. Los mejores postores pasarán después a la fase final, donde formularán sus ofertas firmes, tras haber completado sus respectivos procesos de auditoría (due diligence, en la jerga).

Por el momento, hay tres fondos más se han mostrado dispuestos a pujar por X-Elio. Se trata de Orix, de procedencia estadounidense, el gigante Brookfield y un consorcio de Macquaire e Iberdrola. Esta última está interesada en los parques que ya operan y en los proyectos futuros pero no en los que están pendientes de construcción, según fuentes financieras.

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Repsol busca invertir el dinero obtenido con la venta de su 20% en Naturgy a CVC y Corporación Financiera Alba para aumentar su exposición a renovables, tras haber comprado sus activos en el sector hidroeléctricos a Viesgo. Al igual que la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán, Repsol no está interesada en los proyectos en desarrollo, según fuentes financiera.

Los dos grandes del Ibex deberán luchar contra inversores financieros, que han puesto el sector renovable español en la diana. CPPIB, Omers, Macquaire y Brookfield quieren emular la reciente transacción de Aimco, el fondo de pensiones de Alberta, que está pendiente de cerrar la compra de Eolia a Oaktree. También en las últimas semanas Cerberus ha visto revitalizarse el apetito por Renovalia, tras más de un año en dique seco.

El propio KKR ha decidido aprovechar el apetito por el sector y ha sacado a la venta su participación minoritaria en Acciona Energía.

Sonnedix, por su parte, ya es un inversor de referencia en el sector renovable español. Hace ahora un año dio un golpe encima de la mesa cuando adquirió 12 plantas fotovoltaicas en España con una potencia contratada por 46,7 megavatios. Cuenta además con un acuerdo con la boutique de inversión Q-Energy.

Fuente: El País