El móvil es el principal culpable del despiste de los jóvenes en carretera. El 67% de ellos lo utiliza mientras conduce. Y no se limitan solo a hablar, sino que, peor aún, se enganchan a las redes sociales, leen noticias o escriben mensajes en aplicaciones de mensajería instantánea. Incluso les da tiempo para hacerse fotos, vídeos y compartirlas por Instagram o Facebook.

La osadía va más allá. Los chicos creen que no es peligroso pasar 4,28 segundos sin mirar la autopista –según sus cálculos–, cuando consultan Whats­App al volante. Esto equivale a un recorrido de más de 120 metros a una velocidad media de 100 km/h. Y aseguran, intrépidos, que no pierden la atención.

Son los datos estremecedores que recoge el estudio Emotional Driving: jóvenes al volante, distracciones y uso del móvil, presentado recientemente por la compañía Gonvarri y Movistar, elaborado por el Instituto Sondea, y que incluye la opinión de 1.000 conductores de entre 18 y 30 años. Este informe revela las acciones más arriesgadas, “extremadamente peligrosas”, casi como un hábito, que comete el colectivo, hasta el punto de que 8 de cada 10 admiten distraerse al conducir.

Si vas en autovía a 120km/h, recorres 133 metros, casi un campo y medio de fútbol sin prestar atención a la carretera, alertan en Pons

“Un dato en referencia a estos cuatro segundos sin mirar la carretera y atendiendo el móvil: si vas a 60km/h, haces un recorrido de 66 metros; si vas a 100km/h, recorres 120 metros –como indica el estudio–, lo que supone atravesar más de un campo de fútbol. Y si estás en la autovía y vas a la velocidad permitida, 120km/h, son 133 metros, casi un campo y medio de fútbol sin prestar atención a la conducción”, ilustra Fernando Solas, experto en formación vial de PONS Seguridad Vial, para constatar la “barbaridad” de las cifras.

Las distracciones causan el 32% de los accidentes de tráfico con víctimas mortales, según las últimas estadísticas de 2017 de la DGT. Esto es, unas 500 muertes al año. “Estamos muy concienciados con el tema del alcohol, las drogas, el exceso de velocidad, cuando las distracciones causan más muertes y pasan más desapercibidas. No estamos concienciados al respeto”, critica Solas.

De hecho, el estudio muestra una contradicción. Los jóvenes dicen conocer los peligros del uso del smartphone al volante, pero aun así lo utilizan. ¿Por qué? Solas opina que no son conscientes realmente del riesgo, apelan al cerebro multitareas, sin saber que se resta calidad a la conducción.

Inexperiencia

Otro estudio elaborado hace un año y medio por la patronal aseguradora Unespa, a partir de los datos de la estadística de seguros de automóviles (ESA), avisa de esta problemática. “Este grupo de población provoca habitualmente un número más elevado de accidentes que los conductores experimentados”, concluye.

Fomentar la educación, el uso responsable de la tecnología e impulsar campañas de concienciación, entre las medidas

Además, mide entre 1 y 10 (de menor a mayor) la probabilidad de siniestros entre los jóvenes en las provincias españolas, y afirma que la posibilidad de tener un percance desciende con la edad. “La probabilidad de que un conductor de 18 años se vea implicado en un accidente es cuatro veces superior que la de uno de más de 35 años”, alerta. Un fenómeno que atribuye principalmente a la falta de experiencia al volante. La nota media en comportamiento fue de 5,7 sobre 10.

El abordaje de esta tendencia es complejo, reconocen los expertos, más aún cuando la tecnología ya viene integrada en los coches y es otra justificación de los jóvenes para manipularla en plena marcha.

Más formación

“Es importante la formación-concienciación en seguridad vial antes (colegios), durante (centros de formación) y después (empresas) de haber obtenido el carné”, considera Solas, para que haya una motivación intrínseca y no solo sea por evitar una sanción. Aunque esto tampoco preocupa, refleja el estudio, ya que pesa más la familia (70%) a la hora de quitar el pie del acelerador. La educación es una medida que el colectivo echa de menos: el 73% declara que no ha recibido información ni formación después de sacarse el carné.

Para Elena Valderrábano, directora de ética corporativa y sostenibilidad de Telefónica, también es necesario fomentar el uso responsable de la tecnología. Desarrollar campañas positivas y emotivas, agrega Josu Calvo, CEO de Gonvarri. E interiorizar que “es suficiente con conducir”, insisten desde PONS Seguridad Vial.

Los efectos de despistarse

Joven al volante: cuatro segundos sin mirar la carretera por mirar el móvil

Señales de tránsito. En una conducción normal se deja de percibir un 5% las señales de tránsito, pero si vas mirando el móvil se eleva al 42%. Incluso con el manos libres, el porcentaje es del 25%, de acuerdo con la DGT.

Rapidez de reacción. El despiste también retrasa su capacidad de reacción ante el peligro, advierte Fernando Solas, experto en formación vial de PONS Seguridad Vial. “Un accidente muy típico es en la salida de una vía. El conductor va en una recta, viene una curva y se sale de la carretera porque va distraído”. También se reduce o aumenta drásticamente la velocidad o se dan volantazos.

Sugerencias. Una mayor vigilancia en las vías públicas y el endurecimiento de las sanciones a conductores reincidentes son las otras medidas que recomienda Fernando Solas, de PONS Seguridad Vial.

Fuente: Cinco Días