El consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, vuelve al accionariado de la empresa familia. El hijo del fundador, Juan José Hidalgo, ha acordado la compra del 10% de la sociedad que hasta ahora estaba en manos del Banco Santander (a través de los títulos que tenía el Banco Popular) e Inversiones Tirema, controlado por los herederos de Tatiana Pérez de Guzmán, marquesa de Torre Arias.

La entidad presidida por Ana Botín controlaba el 9% de la sociedad. Mientras que la fundación de la marquesa retenía en torno a un 2%.

Hidalgo se convierte así en el segundo accionista de la matriz de Air Europa, se vendió en 2013 el 5% que controlaba a Abel Matutes. El objetivo de este empresario era entonces enfocarse en la operadora móvil que acababa de lanzar, Pepephone. Pero en 2016 su padre le nombró consejero delegado de la corporación familiar, mientras que el patriarca mantiene la presidencia y su papel como máximo accionista.

Juan José Hidalgo, su mujer, Avelina Gutiérrez, y sus hijas María José y Cristina controlan más del 60% de la sociedad. Esta última, que ocupa también la dirección de Compras, ha participado también en la operación. Ha comprado un 1,9% a Tirema para ostentar el 7,04% del capital. 

Un 9% más está en manos de la otra rama de la familia, capitaneada por Juan Antonio Hidalgo, hermano de Juan José. Y el 9% restante recala en Unicaja.

Tras tener varias veces sobre la mesa la salida a Bolsa, los Hidalgo llegaron a pactar en 2015 la venta del grupo al holding chino HNA. Operación que finalmente descarriló por cuestiones regulatorias.

En 2017 consiguió dejar atrás las pérdidas tras dos años en números rojos. Ganó 16,5 millones de euros, frente a unas pérdidas de 15 millones en 2016, impulsado por el crecimiento de su división aérea, Air Europa, y la hotelera, Be Live Hotels. Los ingresos avanzaron un 3,5 %, hasta alcanzar los 3.667 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación, ebitda, se mantuvo en 102 millones.

Fuente: Cinco Días