«La compañía contabilizó una partida especial de 775 millones de euros en el tercer trimestre después del acuerdo de conciliación con las autoridades holandesas en temas regulatorios anunciado el pasado 4 de septiembre», explica la entidad en el follete de presentación de resultados. «Según los términos del acuerdo, ING acordó pagar una multa de 675 millones de euros y 100 millones de euros en concepto de devolución de ganancias ilícitas», precisa el banco holandés que avanza que no reclamará ninguna deducción de impuestos relacionada con estos pagos.

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El origen de esta cuantiosa sanción se remonta al pasado 4 de septiembre, cuando el grupo ING anunció un acuedo con la Fiscalía de Países Bajos para zanjar las investigaciones relacionadas con las deficiencias en la prevención de lavado de dinero y prácticas corruptas en su filial holandesa, ING Netherlands, entre 2010 y 2016 a cambio de un pago de 775 millones de euros.

«Un año antes, se registró un asiento extraordinario para contabilizar un cargo fiscal en ING Australia Holdings Ltd. relacionada con los años 2007-2013, por el cual se recibirá un reembolso completo del Grupo NN. El impacto final para ING fue nulo, pero afectó tanto a la tributación como a las otras líneas de ingreso en el estado consolidado de pérdidas y ganancias», aclara la entidad.

Aparte de estos capítulos extraordinarios, los ingresos totales de ING Group ascendieron a 4.682 millones de euros entre julio y septiembre, un 3,4% más. De estos, los ingresos por intereses netos aumentaron un 0,3%, hasta 3.500 millones, mientras los ingresos por comisiones crecieron un 12%, hasta los 720 millones de euros y los ingresos por inversiones se elevaron un 8,5%, hasta los 89 millones de euros.

Durante los nueve primeros meses del ejercicio, ING Group obtuvo un beneficio neto de 3.431 millones de euros, lo que supone un descenso del 11,8% respecto al mismo periodo de 2017, mientras sus ingresos aumentaron un 1,8%, hasta 13.640 millones de euros.

«Este tercer trimestre ha estado fuertemente marcado por el acuerdo alcanzado con la Fiscalía de Holanda. Como banco, tenemos la responsabilidad de garantizar que nuestras operaciones cumplen con los más altos estándares, especialmente cuando se trata de asegurar la integridad de las mismas y la del sistema financiero», ha apuntado el consejero delegado de ING Group, Ralph Hamers.

El banquero ha añadido que no cumplir con estas normas «es inaceptable», subrayando al mismo tiempo que el banco se toma «muy en serio las acusaciones y acepta «responsabilidad» ante el delito, que considera «lamentable». De hecho, Hamers ha admitido que la multa ha tenido un impacto «sustancial» sobre su reputación y resultados.

Fuente: El País