En concreto, el euríbor terminará septiembre en el -0,166%, frente al -0,168% de septiembre de 2017. Esto hace que aquellos a los que les corresponda una revisión por parte del banco vean sus cuotas actualizadas con este porcentaje y sumen unos céntimos.

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En España, la inmensa mayoría de los préstamos hipotecarios variables se unen al euríbor, un indicador que se forma a través de operaciones bancarias europeas. Ese indicador lo publica el Banco Central Europeo cada día, pero es el dato mensual el que se usa (salvo contadas excepciones) para marcar los intereses de las hipotecas variables y actualizarlos cada año.

En concreto, los bancos suelen conceder hipotecas con un precio que supone el euríbor sumado a un diferencial (por ejemplo, euríbor+1%). Así se definen las cuotas mensuales. Si en ese momento el euríbor es del 1%, los intereses aplicados ese año serán del 2% (euríbor+1%). Y una al año, el banco revisará esa ecuación y cambiará el euríbor que aplica según sea su media ese mes. Si con respecto al año anterior ha bajado, los intereses para el hipotecado bajarán y sus cuotas mensuales serán inferiores 12 meses. Si ha subido, se revisarán al alza. Desde 2014 la comparación con el mes anterior no había arrojado una subida. En el caso de un mes de septiembre, no se había producido una subida desde 2012.

El euríbor tocó su cota máxima hace poco más de una década: en julio de 2008, con el 5,39%. Ese era el porcentaje que se usaba para revisar los préstamos entonces. Pero tras esa cota, con la crisis ya azotando Europa y Banco Central Europeo tratando de aplacar los problemas del sistema financiero con bajadas de tipos y liquidez barata, el indicador bajó y para los hipotecados supuso un alivio importante en sus cuotas (excepto aquellos que tenían cláusulas suelo en sus contratos bancarios).

Por ejemplo, quien firmó una hipoteca con el euríbor de septiembre de 2008, durante un año pagó cuotas con el 5,38% del euríbor (más el diferencial pactado con el banco). Al siguiente se le revisó el euríbor al 1,26%. Después volvió a subir un poco, al 1,42%, en septiembre del 2010; y al 2,067% en 2011. En 2012, con el 0,74%, volvieron las bajadas y ya se encadenaron los años siguientes. Durante unos meses en 2014 (de marzo a junio) se registraron unas leves alzas interanuales. Y de nuevo las bajadas se aceleraron después, incluso a tasas negativas desde 2016.

Cambio de tendencia

El euríbor, sin embargo, ha roto la tendencia en 2018 otra vez. Tocó suelo en marzo de 2018: en el -0,190%. Y a partir de ahí ha empezado a subir muy ligeramente. Dentro todavía de tasas negativas y mínimas, al mes siguiente era más elevado. Sin embargo, los hipotecados todavía no lo habían notado, porque en comparación con el año anterior, seguía siendo más ventajoso. En septiembre, el cierre arroja por primera vez una cifra, el -0,166%, que es menos baja que la de 12 meses antes. Y de ahí que, por primera vez desde 2012, los que acuden a su revisión anual verán recalculada su cuota ligeramente al alza.

Fuente: El País