Los inversores aplaudieron este viernes los resultados de Indra del primer semestre del año. Sus acciones suben casi un 8% a media sesión, pese a que su beneficio neto cayó un 3% frente al mismo periodo del año anterior hasta los 37 millones de euros, según informó la compañía a la CNMV. Pese a ello, el resultado se situaba por encima de las estimaciones del mercado, al igual que ocurrió con los ingresos, que crecieron un 6,1% (un 9,4% en moneda local) hasta los 1.463 millones. Con esta subida en Bolsa, la compañía recorta su caída acumulada en lo que va de año algo menos del 7%
Las ventas de Indra se vieron impulsadas por la aportación de las adquisiciones y el buen comportamiento de las áreas de energía e industria y tráfico aéreo. Por contra, se vieron penalizadas por el tipo de cambio en 46 millones.
El ebitda de la tecnológica se elevó un 8,1% hasta los 117 millones, aunque si se excluyen los costes de reestructuración de Tecnocom (adquirida por Indra el pasado año), el crecimiento habría sido del 20%. La multinacional española aseguró que la reestructuración de Tecnocom está finalizada y añadió que la consecución de las sinergias operativas “se están produciendo según lo esperado por la compañía”.
La empresa presidida por Fernando Abril-Martorell elevó la contratación neta un 7,7% (un 11,2% en moneda local), hasta los 1.789 millones de euros, con aumentos tanto en el negocio de transporte y defensa (un 18%) como en el de tecnologías de la información (3%). Por regiones, todas presentaron crecimientos de sus ventas en moneda local: España (más del 16%), América (6%), AMEA (2%) y Europa (1%).
La deuda neta de Indra a cierre de junio se situó en 656 millones, un 12% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras que el flujo de caja operativo alcanzó los 97 millones, frente a los 96 millones en el primer semestre de 2017, mostrando una ligera mejora pese a los costes de reestructuración por la integración de Tecnocom.
La firma precisó que el flujo de caja libre en este periodo arrojó un resultado negativo de 61 millones, el doble que hace un año, por la estacionalidad propia del segundo trimestre y el difícil comparable con el segundo trimestre de 2017, cuando se produjo un cobro relevante del negocio de elecciones.
La inversión en Capex subió hasta 34 millones, frente a los 15 millones del primer trimestre de 2017. Los gastos operativos crecieron un 7%, hasta los 1.380 millones, y las amortizaciones ascendieron a 44 millones, frente a los 30 millones del mismo semestre del año anterior.
Tras los resultados del primer semestre, Indra dijo que mantiene sus estimaciones de ingresos, beneficio operativo y flujo de cada libre antes de circulante ya comunicadas para el ejercicio 2018.
Fuente: Cinco Días