La biofarmacéutica Histocell ha abierto su capital a nuevos accionistas. El fondo japonés de inversión Cell Innovation Partners ha entrado en el accionariado a través de una ampliación de capital de tres millones. El grupo nipón ha cubierto la tercera parte de esta operación y a cambio ha obtenido el 2,78 % de los títulos de la empresa vasca.

La mayoría del capital, más del 40 %, sigue en manos de los fundadores de Histocell, el grupo NorayBio y Orza. Otros inversores de referencia son la sociedad de capital riesgo Ezten del Gobierno vasco, Cantabria Lab, la sociedad Seed Capital Bizkaia del ente foral de este territorio, e IMQ. También participan en el capital Operon y otros fondos.

Entre todos ellos han suscrito dos de los tres millones de la ampliación de capital y Cell ha aportado el millón restante. Este fondo de inversión está participado por la empresa japonesa Reprocell y por el banco Shinsei. Julio Font, presidente de NorayBio, ha señalado que es la segunda operación de Cell en el sector de la salud en Europa y que el nuevo socio reforzará la presencia de Histocell en Japón, uno de los mercados médicos más importantes del mundo.

Histocell ha inaugurado este viernes un nuevo centro productivo en Larrabetzu (Bizkaia) tras una inversión de 1,6 millones. Contará con una plantilla inicial de diez trabajadores que se ampliará a treinta a medio plazo. Todos profesionales de alta cualificación. Julio Font ha agradecido a las instituciones, desde el Gobierno vasco a la Diputación de Bizkaia, pasando por el Ayuntamiento de Larrabetzu, su apoyo al proyecto.

En las nuevas instalaciones, Histocell elaborará productos sanitarios para medicina regenerativa. Como el fármaco Reoxcare, a 30 euros la unidad y que en un mes logra avances en heridas que son crónicas (estas patologías afectan al 2 % de la población). Reoxcare se vende en Europa, América, Asia y Oriente.

En Larrabetzu, la compañía vasca también producirá los dermoestéticos Wharton Gel Complex e Histoessence. La biotecnológica realiza el ciclo completo. Desde la investigación en productos propios en sus laboratorios hasta su elaboración y lanzamiento al mercado. Histocell cuenta además con una «sala blanca» en el Parque Tecnológico de Bizkaia donde produce medicamentos de terapia celular basados en células madre. El centro de Larrabetzu, según sus estimaciones, facturará 6 millones en 2021. 

Fuente: Cinco Días