El Ministerio de Fomento deberá fijar los servicios mínimos de la huelga de tripulantes de cabina (TCP) de pasajeros de Ryanair para los próximos días 25 y 26 de julio, tras no haber llegado a un acuerdo los sindicatos y la dirección de la aerolínea irlandesa de bajo coste en la reunión que han mantenido este lunes.

Los sindicatos convocantes de la huelga -la Unión Sindical Obrera (USO) y el Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Líneas Aéreas (Sitcpla)- han propuesto unos servicios mínimos del 100% para vuelos interislas domésticos; del 25% en los que unen la Península con Baleares y Canarias, y sin servicios mínimos tanto para los domésticos peninsulares de menos de 500 kilómetros y para todos los vuelos internacionales.

Para los trayectos peninsulares de más de 500 kilómetros, los sindicatos han propuesto a Ryanair cumplir un 25% de los servicios y que en los vuelos a partir de seis horas no se ofrezcan servicios a bordo excepto a pasajeros con necesidades especiales.

Sin respuesta de Ryanair

La dirección de Ryanair, representada por la responsable de Recursos Humanos, Lisa McCormack, no ha aceptado esos mínimos y se ha levantado de la reunión. Como viene siendo habitual desde que se desató el conflicto laboral, ningún portavoz de la aerolínea ha facilitado información sobre las medidas que va adoptar la compañía para evitar un caos ni sobre el alcance de la huelga.

Y es que el paro afectará en cada una de las dos jornadas de huelga, a unos 230.000 pasajeros al interrumpir su operatividad 600 despegues con tripulantes con base en España.

Los TCP de Portugal y Bélgica también secundarán la huelga los próximos 25 y 26 de julio, mientras que los de Italia se unirán al paro en la segunda jornada. En España están llamados a la huelga más de 1.800 tripulantes de cabina, que suman más de 4.000 entre los cuatro países

Los sindicatos han convocado la huelga para denunciar las condiciones laborales de los tripulantes de cabina de pasajeros, el 75% de los cuales están contratados a través de empresas de trabajo temporal, sujeta a la legislación irlandesa, sin salario base y cobrando únicamente por las horas de vuelo.

Fuente: El País