España ha logrado ir cerrando en los últimos años el boquete que había en sus arcas públicas por la recaudación del IVA debido al fraude fiscal, retrasos, impagos por quiebras empresariales y otros errores. Sin embargo, la brecha no ha quedado aún sellada. El Estado dejó de percibir 1.966 millones de euros en 2016 –el último año con datos disponibles—, según un estudio que ha difundido hoy la Comisión Europea. Esa cifra es una cuarta parte del monto a la que ascendía ese desfase hace cuatro años, cuando superó los 8.000 millones. En el conjunto de Europa, los presupuestos nacionales se vieron privados de casi 150.000 millones de euros que se perdieron por el camino. De estos, estima que 50.000 corresponden al fraude o crimen organizado. Bruselas lo considera “inaceptable”.

La Hacienda española ha sido una de las que más ha logrado reducir en los últimos años el desfase entre todo lo que podría recaudar con sus tipos actuales y lo que efectivamente entra en sus arcas. El estudio, coordinado por el Centro para Investigación Económica y Social (CASE) y en el que ha participado el Instituto de Economía de Barcelona (IEB), concluye que una de las razones fundamentales ha sido el crecimiento económico. Por ejemplo, si la economía crece hay menos quiebras e impagos.

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A pesar de pasar con nota ese primer test, España sale mucho peor parada cuando se examina lo que deja de recaudar por exenciones. Ahí, las administraciones solo aprovechan el 40% de su potencial. Ello se debe al abanico de exenciones, pero también a los regímenes especiales como, según el estudio, los de Canarias, Ceuta y Melilla.

Sin embargo, en el conjunto de la Uninón Europea, un volumen de 150.000 millones de euros siguen esfumándose en el camino que debería llevarlos desde la transacción hasta las arcas públicas. Y eso es “inaceptable”, en palabras del Comisario de Economía y Asuntos Monetarios, Pierre Moscovici. “Sobre todo cuando 50.000 millones van a parar al bolsillo de delincuentes, timadores y probablemente hasta terroristas”, ha señalado este viernes en un comunicado. La brecha fiscal media se situó en el 9,9% en el conjunto de la UE. Con la reducción de los últimos años, España se situó entre los países con mejores resultados junto a Luxemburgo, Suecia y Croacia. En cambio, el boquete es enorme en Rumania (35,8%), Grecia (29,2) e Italia (25,9%).

El estudio también examina por primera vez los factores que pueden conducir a esa brecha. «Hemos identificado que la estructura productiva de un país tiene que ver con esa brecha. No es lo mismo un país con un gran sector minorista, que es el último eslabón del consumidor final, que otro con un gran peso del sector de las telecomunicaciones», explica el investigador del IEB José María Durán, quien añade que también tiene un papel importante la situación económica. «Las restricciones financieras que puedan sufrir las empresas de un país o el gasto en nuevas tecnologías de la administración tributaria son otros elementos que explican esa brecha», añade.

Las cifras ponen sobre la mesa de nuevo el debate sobre la reforma del IVA en la Unión Europea. Hace justo un año, la Comisión propuso la que denominó “la mayor reforma de las normas” sobre ese tributo. En concreto, Bruselas quería atajar esos 50.000 millones a los que ha aludido Moscovici y que corresponden al fraude transfronterizo y que Bruselas cree que podrían usarse para financiar organizaciones delictivas. Esta se basaba en aplicar el llamado “principio de destino”, que consiste en que el Estado en el que se efectúa la transacción recaude el IVA del país donde se dirige la compra y luego se lo ingrese. “Animo a los Estados miembros a avanzar hacia el sistema definitivo de IVA antes de las elecciones al Parlamento Europeo en 2019”, ha reclamado Moscovici.

Fuente: El País