Nuevo récord histórico en el sector farmacéutico. La inversión en investigación y desarrollo de la industria asentada en España alcanzó los 1.147 millones de euros en 2017, lo que supone un aumento del 5,7% respecto al año anterior, recoge la Encuesta sobre actividades de I+D publicada recientemente por la patronal Farmaindustria.

Estas estadísticas, recopiladas por las empresas anualmente, confirman la tendencia al alza iniciada hace cuatro años y consolidan su liderazgo como motor del PIB español: es el ramo que más recursos desembolsa a I+D, al destinar uno de cada cinco euros a este ámbito estratégico, por delante de actividades tan innovadores como motor y transporte.

El 47,2% del total de los fondos se destinó a proyectos de investigación desarrollados con hospitales, centros públicos y privados

Respecto al total de la economía, ocupa ya la tercera posición entre las industrias más dinamizadoras, después de servicios de I+D e información y comunicaciones, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Casi la mitad de los fondos, 542,1 millones (el 47,2% del total), se destinaron a proyectos de investigación desarrollados en colaboración con hospitales, centros públicos y privados, lo que se conoce en el sector como extramuros. Un capítulo que creció el año pasado cerca del 10% frente a los datos de 2016. Mientras que la inversión en laboratorios propios, denominada intramuros, ascendió a 605,4 millones, un ligero aumento del 2,2%.

“La cifra de inversiones en I+D extramuros refleja hasta qué punto la industria farmacéutica es el principal dinamizador del tejido investigador en España y de la investigación pública en espacial”, señala en un comunicado Jesús Acebillo, presidente de la patronal. Un crecimiento que contrasta con la moderación del gasto público en medicamentos tras la crisis, pero que ha sido beneficiado por la colaboración entre la industria y el Gobierno, destaca.

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Valor social

Pero allí donde va, la industria genera productividad y valor añadido a la sociedad. En España hay alrededor de 350 empresas fabricantes de productos farmacéuticos, con una producción valorada en más de 15.000 millones. Esto representa el 24% del conjunto de la alta tecnología del país, de acuerdo con el estudio El valor del medicamento, elaborado por centro de investigación en salud Weber.

En tanto que en el mundo asciende a unos 750.000 millones, según las últimas cifras disponibles de 2014. Norteamérica lidera, con el 49% de las ventas totales; seguida de Europa, el 22%, y Japón, el 8%, datos de 2016.

Por cada 1.000 euros de producción en fármacos se generan hasta 2.300 euros adicionales en actividades relacionadas como química, transporte, comercio u hostelería

De hecho, la industria ha experimentado una notable expansión en los últimos 15 años en Europa, al crear productos por un importe de más 238.000 millones, lo que representa una subida de 90% respecto a 2000, apunta el informe.

Además, tiene importantes efectos tractores sobre otros sectores. Es decir, por cada 1.000 euros de producción en fármacos se generan entre 1.300 y 2.300 euros adicionales en actividades relacionadas como la industria química, transporte y comunicaciones, comercio, hostelería, papel e impresión, entre otros.

España, una referencia en ensayos clínicos

El sector farmacéutico, el gran dinamizador de la economía española

España se ha convertido en una potencia en ensayos clínicos y los datos recién publicados constatan esta tendencia al alza. De los 1.147 millones invertidos en I+D en 2017 por la industria farmacéutica, cerca del 60% se dedicó a ensayos clínicos.

Las inversiones en fases tempranas (I y II), “que son las que requiere de un mayor nivel de complejidad”, adquieren protagonismo y hoy representan el 36% del total de la investigación clínica. Mientras que los ensayos de fase III, “que compraran la seguridad y eficacia del nuevo tratamiento con la del fármaco de referencia vigente, suponen el 54,6% del total. Esta actividad ha crecido a un ritmo del 4,9 en los últimos 10 años, al pasar de los 412 millones en 2007 a 662 en 2017.

“Este esfuerzo mantenido, junto con la estrecha colaboración con la Administración y los centros sanitarios y de investigación, la implicación de los profesionales sanitarios y la creciente participación de los pacientes, ha permitido situar a España como uno de los países europeos con mejores condiciones para albergar ensayos clínicos, hasta el punto de que un tercio de todos los realizados en Europa cuentan ya con participación española. Incluso, para algunas compañías multinacionales, España es el segundo país, tras Estados Unidos, en participación en ensayos”, puntualizan desde Farmaindustria.

Empleo de calidad

Su vocación innovadora hace también que demande trabajadores cualificados. En 2017, ese dato se elevó a 4.713 empleados, que se centraron en tareas de I+D, la cifra más alta en ocho años. Y supone un aumento del 7,1% respecto al ejercicio anterior, el mayor incremento porcentual en 13 años, indica la encuesta de Farmaindustria.

El 88% de los profesionales contratados tiene titulación superior (licenciados y doctores), un reflejo del empleo de calidad creado por el sector y que es su sello de distinción.

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El informe Weber destaca que la industria genera en España 40.000 empleos directos, donde el 59% tiene estudios universitarios, y es el sector de la alta tecnología con más trabajadores: representa el 58% del total. Pero si se incluyen los indirectos, asciende a 200.000; mientras que en Europa ronda los 800.000.

Así España es el quinto país con mayor con mayor empleo vinculado a las compañías farmacéuticas, tras Alemania. Francia, Italia y Suiza. Pero EE UU supera, con 854.000 profesionales.

Fuente: Cinco Días