El Banco Santander obtuvo un beneficio neto de 3.732 millones de euros en los nueve primeros meses del año, el 35% menos que el mismo periodo del año anterior, tras realizar dotaciones de 2.448 millones. Este cargo se debe, principalmente, al ajuste del fondo de comercio de la filial del Reino Unido que se ha depreciado por las peores perspectivas económicas del país, por el Brexit y por la fuerte competencia del sector financiero. Los problemas del Santander en Londres se reflejan en los resultados: hasta septiembre esta filial logró 828 millones de euros, un 19% menos.

Además de esta carga, anunciada el pasado 24 de septiembre, también ha realizado dotaciones por 814 millones por la reestructuración en España (fusión con el Popular) y el Reino Unido, así como por otra provisión adicional por los seguros de protección de pagos en este último país (103 millones de euros) y otras partidas por 40 millones.

Según ha explicado la entidad en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), excluidos estos cargos, el beneficio en los primeros nueve meses del año alcanzaría los 6.180 millones, un 2% más que en el mismo periodo del 2018.

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Solo entre julio y septiembre, el Santander ganó 2.135 millones, lo que supone un 7% más, y su mayor beneficio ordinario trimestral desde el segundo trimestre de 2010, según ha destacado el banco. Los créditos del grupo subieron un 0,9%, hasta 916.000 millones, mientras que los depósitos cayeron un 0,1%, y se situaron en 814.285 millones. El margen bruto y el neto subieron un 3% cada uno de ellos, mientras que las dotaciones para insolvencias se elevaron un 5%.

Brasil sigue siendo el pulmón del grupo, con un beneficio de 2.249 millones, un 19% más que en 2018. España es la segunda filial más importante, con 1.185 millones, un 3% más, seguida de la unidad de créditos al consumo, que gana 995 millones, 0,2% más. México logra 659 millones (14% de aumento), Estados Unidos 619 millones (27% más), Portugal 385 millones (sube un 12%) y Polonia 245 millones, un 6% más. El 46% del beneficio ordinario atribuido procede de Europa, el 38% de Latinoamérica y el 16% de Norteamérica.

Estos resultados provocaron que la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) cayera desde el 8,20% de septiembre de 2018 a 5,90% un año después. El objetivo de los bancos es alcanzar el 10% en rentabilidad. El capital de máxima calidad, CET 1, mejoró hasta el 11,30% desde el 11,11%.

La presidenta del Santander, Ana Botín, ha explicado en la nota de prensa: “Hemos conseguido el mayor beneficio ordinario desde hace casi una década a pesar de un entorno difícil, manteniendo las buenas tendencias del primer semestre. Y lo hemos logrado gracias a la fortaleza de nuestro modelo y a la nueva organización regional que anunciamos en abril y que pone en valor la pertenencia al grupo».

104 millones de clientes

Botín también ha destacado que la diversificación en Europa y América, «uno de los elementos que más diferencia» al banco de sus «competidores», y que ha «permitido seguir generando crecimiento rentable y predecible», permitirá alcanzar los «objetivos a medio plazo, incluido un RoTE de entre el 13% y el 15%”.

Por otro lado, el Santander aumentó en casi seis millones el número de clientes en los últimos 12 meses y ya atiende a 144 millones de usuarios, «más que cualquier otro banco de Europa y América», afirma en un comunicado. El número de clientes vinculados, aquellos que usan el Santander como banco principal, «aumentó un 10% en los últimos 12 meses, hasta 21 millones».

El rápido crecimiento en la adopción de productos y servicios digitales de la entidad siguió aumentando: el número de clientes que usa banca por Internet o móvil creció en 6,1 millones en los últimos 12 meses, hasta 36,2 millones, es decir, el 51% de los clientes activos.

Fuente: El País