Sorprendentemente, Jack Dorsey superó el miércoles a Sheryl Sandberg como representante de las tecnológicas en Washington. El habitualmente seco CEO de Twitter parecía más auténtico que la refinada número 2 de Facebook ante el Comité de Inteligencia del Senado.

Dorsey dijo que es un hombre de “pocas palabras”. Fue un marcado contraste con Sandberg, que se siente más cómoda hablando en público; también se notó su experiencia como jefa de personal del Tesoro con Larry Summers hace dos décadas. Pero ella sonaba más política, diciendo repetidamente “podemos hacerlo mejor” y usando jerga como “cuentas inauténticas”.

Dorsey hizo un análisis más honesto del dilema existencial al que se enfrentan las redes sociales, desde las interacciones tóxicas entre usuarios hasta la promulgación de noticias falsas o la intromisión electoral.

El contenido incendiario a menudo produce una mayor participación de los usuarios, lo que conlleva crecimiento e ingresos por publicidad. No obstante, Dorsey dijo a los legisladores que está revisando el modelo de negocio de Twitter y los incentivos para los usuarios. Por ejemplo, si es correcto tentar a un usuario para que reúna más seguidores usando un cuerpo de letra mayor. Lo mismo ocurre con los retuits. Dorsey dijo que esas métricas no deberían ser un indicador de cuánto contribuye un usuario a un diálogo saludable.

Ya ha tomado medidas contra el spam y las cuentas falsas, y los usuarios activos mensuales se redujeron en 1 millón en el segundo trimestre, hasta 335 millones. Pero sus comentarios en el Senado sobre posibles cam-bios “tectónicos” hicieron caer la acción un 5%, el doble que Facebook.

Puede haber más problemas en el futuro. Los demócratas están analizando propuestas sobre privacidad, responsabilidad legal e incluso antimonopolio. Los republicanos, entre ellos Donald Trump, denuncian sesgos anticonservadores en las redes.

Las empresas han provocado este escrutinio, en parte por actuar muy lentas. Pero Dorsey sonaba humilde y reconoció la realidad, mientras que Sandberg parecía pensar que puede manejar a los legisladores hablando más que ellos. Dorsey parece el enviado que necesita Silicon Valley justo cuando su lista de amigos está en declive.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

Fuente: Cinco Días