La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó ayer que tiene un acuerdo con Unidos Podemos para crear un nuevo tramo de gravamen del IRPF para las rentas a partir de los 140.000 o 150.000 euros. A estas se les aplicaría un tipo superior, en tres o cuatro puntos, al 45% que actualmente se establece para las de más de 60.000 euros, llegando el tipo marginal hasta el 52% en las comunidades que hoy fijan el 48% (ver cuadro). Sin embargo, una comparativa con el régimen fiscal de los países del entorno revela que la creación de tramos específicos tan altos es propia de Estados más ricos, básicamente porque la masa de contribuyentes afectados, y la recaudación lograda, es superior en ellos.

En concreto, los datos recopilados por la OCDE apuntan a que los tramos fiscales de más de 150.000 euros solo son utilizados en países con un PIB per cápita superior en más de 3.000 euros al español, que se sitúa en los 31.027 euros. Luxemburgo, por ejemplo, tiene un gravamen específico del 45,8% para rentas de más de 200.000 euros, con un PIB per cápita de 87.125 euros. Alemania, con 41.797 euros per cápita, tiene un tramo al 47,5% para rentas de más de 256.000 euros, mientras que Reino Unido (36.399 euros) grava al 45% las rentas de más de 150.000 euros. El caso más cercano es el de Francia, con 35.320 euros de PIB per cápita y un tipo del 51,5% para rentas de más de 153.000 euros.

Por el contrario, países con niveles de renta más cercanos al de España, como Italia (32.777 euros) o Portugal (26182 euros) no aplican tramos tan altos, contentándose con gravar al 47,2% la rentas de más de 75.000 euros y al 51,5% las de más de 80.640 euros, respectivamente.

El motivo es que cada país fija los tramos en función del nivel de renta para hacer la recaudación más efectiva. España, por ejemplo, solo obtiene el 15,5% de sus ingresos públicos de las 90.000 personas con rentas de más de 150.000 euros mientras que el 57% de los recursos provienen de los 3,9 millones de contribuyentes que ingresan de 30.000 a 150.000 euros.

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La propia ministra de Hacienda admitió ayer, en declaraciones a Cadena Cope, que la medida tendrá una “recaudación no significativa” (el PSOE estimó que sumaría 400 millones a los 77.000 que arroja el IRPF) y que su objeto “no tiene afán recaudatorio, está más en el marco” de lograr el apoyo de Podemos a los Presupuestos Generales de 2019.

Pese a este matiz, España ya ha contado con tramos muy superiores, como el de los 300.000 euros con el que acabó el exministro Cristóbal Montoro en la última reforma fiscal. De hecho, en el tramo autonómico hay ocho comunidades con gravámenes específicos para rentas de más de 120.000 euros, de las que tres los aplican a las de más de 175.000 euros.

Fuente: El País