Apenas un año después de que Jesús Nuño de la Rosa asumiera la presidencia de El Corte Inglés, el  grupo español ya prepara su relevo, según afirman fuentes cercanas al consejo. Su lugar será ocupado por Marta Álvarez, una de las dos hijas herederas de Isidoro Álvarez, que se convertirá en presidenta no ejecutiva del grupo tras su nombramiento en el próximo consejo de administración de la empresa en julio. Junto con su hermana Cristina, posee un 14% de capital del holding.  

Por su parte, Nuño de la Rosa se convertirá en presidente de las filiales empresariales de viajes, seguros, informática y financiera y se mantendrá como consejero delegado del grupo. Asimismo, Víctor del Pozo seguirá como consejero delegado del área de retail.

A Marta Álvarez le habrían propuesto acceder al cargo hace un año, pero no quiso, según fuentes cercanas al grupo. Sin embargo, una vez estabilizada la situación, la hija de Isidoro Álvarez es la que tiene más apoyos en el consejo, donde está representado el 90% del capital, para convertirse en presidenta del grupo el mes que viene. El cambio respondería a «prácticas de buen gobierno corporativo», afirman fuentes cercanas al grupo.

Aunque desde la compañía no han confirmado la noticia, fuentes cercanas afirman que este movimiento ya estaba preparado pues la presidencia de Nuño de la Rosa solo tenía un carácter «interino». No obstante, el comunicado de hace un año no indicaba nada similar. «El órgano de gobierno de la compañía ha considerado necesario un cambio de liderazgo para afrontar los retos de futuro e impulsar una nueva etapa de crecimiento. Jesús Nuño de la Rosa cuenta con una amplia y dilatada experiencia en el mundo de la empresa y de las finanzas, lo que le permitirá encarar los nuevos desafíos del grupo», afirmaba.

El 14 de junio de 2018, el consejo de administración de El Corte Inglés aprobó el nombramiento de De la Rosa como nuevo presidente del grupo y la salida de Dimas Gimeno. Se trataba de la primera vez que la empresa destituía a un presidente, pues hasta entonces todos habían dejado su cargo al fallecer. El movimiento estuvo impulsado por el enfrentamiento entre las herederas de Isidoro Álvarez y Gimeno, nombrado por Álvarez como sucesor, por la gestión del grupo. 

Fuente: Cinco Días