ArcelorMittal es el mayor fabricante de acero del mundo, con una capacidad de producción de 113 millones de toneladas, 199.000 empleados y con presencia industrial en 18 países, incluido España. Además, cuenta con 14 minas en funcionamiento o desarrollo, que lo convierten en uno de los mayores productores de hierro del globo.

Cifras de un líder que, sin embargo, no ve el horizonte cercano muy claro y anunciaba a finales del pasado mes de mayo su voluntad de reducir producción para no perder rentabilidad y afrontar las turbulencias que se avecinan en el sector. Este anunció hundió la cotización en Bolsa de la compañía, que llegó a tocar mínimos de tres años. En las últimas sesiones el valor ha recuperado algo de terrerno, pero desde enero pasado las acciones se dejan un 13,6% de su valor.

En el primer trimestre de 2019, las cifras ya evidenciaron la dificultad del momento para la compañía. ArcelorMittal obtuvo un beneficio neto de 369,7 millones de euros, lo que supone un descenso del 65% respecto a igual periodo del año anterior, en el que ganó 1.192 millones. En 2018 ganó 4.531 millones de euros, un 12% más. Para Iván San Félix, analista de Renta 4, “lo cierto es que estamos en un sector con exceso de capacidad en todo el mundo”. Y pone un ejemplo: “En el año 2000, China producía el 5% del acero mundial y ahora alcanza el 50%”.

El beneficio del primer trimestre fue de 370 millones de euros, un 65% inferior al de 2018

Fuentes de ArcelorMittal en España explican varios factores que están perjudicando a la actividad del acero. “Se ha creado la tormenta perfecta con la fuerte subida del mineral de hierro y las importaciones de acero extracomunitario, principalmente con la llegada de mucho material desde Turquía hacia Europa”. Las importaciones de China ya están más controladas, pero las medidas de salvaguarda para la entrada de acero de fuera de Europa son insuficientes, indican. La semana pasada la patronal europea del sector, Eurofer, publicaba en el Financial Times un artículo pidiendo a la Comisión Europea medidas que frenen esa entrada de acero. “Estas importaciones entran en un momento de contracción del mercado a precios muy bajos y no están sujetas al coste de los derechos de CO2, que se han disparado pasando de siete euros por tonelada a 25 euros.

La compañía apunta también a otros factores, como el coste de la energía eléctrica, que es entre un 25% y un 30% más caro en España que en otros países de Europa. “Así, haremos una parada técnica en nuestra planta de Asturias en el mes de octubre que pasará de temporal a indefinida en la actual situación”, señalan fuentes del grupo. La empresa no ha dado información sobre cómo afectará al empleo. Pero no solo será en Asturias. ArcelorMittal, presidida por Lakshmi Mittal, reducirá su producción primaria de acero en sus instalaciones en Dunquerque (Francia) y Eisenhüttenstadt (Alemania). Pese a esta contracción, los expertos consultados son partidarios de relativizar su impacto tanto en las cuentas como en la evolución en Bolsa.

Francisco José Rodríguez Sánchez, analista de Banco Sabadell, habla de la tormenta perfecta a la que tiene que hacer frente ArcelorMittal. “La empresa ha sufrido un duro castigo en Bolsa ante el mal panorama del sector en Europa, donde Arcelor obtiene el 40% de su resultado de explotación [Ebitda] y el complicado momento de la automoción, industria donde esta compañía es puntera. Ello los ha llevado a la reducción de la producción, que tiene todo el sentido para no deteriorar su rentabilidad”.

La causa que encuentra el experto de Sabadell es la subida del 40% del precio del hierro en lo que va de año, un encarecimiento que se aceleró en mayo debido a los problemas en Brasil tras la ruptura de una presa que afectó a la producción de la firma Vale. Si los costes están subiendo y no se puede repercutir en los precios, los márgenes para ArcelorMittal se están estrechando y el mercado está descontando este deterioro. Pero José Rodríguez cree que el mercado “ve una recesión ad infinitum, cuando se trata más de una situación circunstancial, por lo que creemos que el valor está excesivamente penalizado”.

Un reciente informe de la firma de calificación Moody’s mantiene su nota se solvencia para para ArcelorMittal en Baa3 (fuera del bono basura), ya que su deuda bruta respecto al Ebitda está en niveles de 2,5 veces, que aseguran su solvencia actual. Estos expertos sólo emporarían su nota crediticia si se produce “una desaceleración industrial más prolongada o más severa”. La deuda es una de las claves en la marcha de la compañía acerera, que se ha marcado como objetivo su reducción hasta los 6.200 millones de euros. Al cierre del primer trimestre, la deuda neta se situó en 9.874 millones de euros, frente a los 9.026 millones de diciembre, debido a la adaptación de las normas IFRS 16. Si se eliminase esta nueva contabilidad, la deuda neta se quedaría en 8.849 millones de euros, 177 millones menos que a finales de 2018.

Iván San Félix apunta que se trata de un sector muy cíclico y ahora la fase por la que atraviesa el negocio siderúrgico no es la más boyante. “Está impactando el tema de los aranceles de Estados Unidos, que ha desviado mucho acero hacia Europa provocando una caída de los precios”. Eso sí, San Félix cree que las medidas de salvaguarda que está tomando la autoridad europea irán surtiendo efecto.

Compra en Italia

El momento difícil del mercado coincide con una reestructuración de Arcelor fruto de la compra de una megafactoría en Italia, por lo que la Comisión Europea los obligó a cerrar seis plantas. “Han reducido producción en Europa, su principal mercado, y seguramente las típicas paradas de mantenimiento se van a prolongar como en el caso de Asturias. Están obligados a bajar demanda ante la caída de los precios, y eso es positivo porque ahora es cuando toca defender que no se produzca un mayor deterioro de los precios, explica Iván San Félix, que también cree que el valor ha sido castigado excesivamente en el mercado, dibujando un panorama peor que el real. “Está claro que falta confianza en el sector”, concluye.

En un informe al calor de los resultados del primer trimestre del año Goldman Sachs expresa su confíanza en una mejora de ArcelorMittal a lo largo de los próximos meses, que se tendrá que reflejar también tarde o temprano en el valor de sus acciones. Eso sí, esta expectativa más favorable dependerá de los datos de China, de la recuperación del precio del acero y de la caída de los del hierro, que han subido anormalmente en un contexto de caída de los metales en el mundo. Asimismo, la evolución de las importaciones y la marcha de la demanda en Estados Unidos y en la Unión Europea se configuran como riesgos para la acerera más grande del mundo.

Fuente: El País