El Banco de España ha revisado a la baja sus proyecciones económicas para el periodo 2018-2020 por el empeoramiento del entorno exterior, las tensiones proteccionistas, y el encarecimiento del petróleo. Los nuevos cálculos del supervisor sitúan su pronóstico del PIB en el 2,6% este año, una décima menos que en el anterior informe del pasado junio. En 2019 se espera que la actividad económica avance un 2,2%, dos décimas menos que la proyección anterior. Y en 2020, un progreso del 2%, una décima menos.

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En cuanto a las previsiones más inmediatas, el Banco de España calcula que la economía creció entre julio y septiembre el 0,6%, la misma tasa que en los tres meses anteriores, gracias una vez más a la demanda interna y a pesar de que el sector exterior ya aporta menos al crecimiento. «La economía no está yendo claramente a peor. La desaceleración está siendo más persistente, pero no se está intensificando. Esto nos lleva a pronosticar un crecimiento para el tercer trimestre similar al del segundo trimestre, un 0,6%», ha señalado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, que se ha mostrado cauto respecto a la evolución de la economía española.

«Se prevé una prolongación de la fase expansiva, a un ritmo algo menor que en los últimos años», ha explicado. Pero ha alertado de los riesgos asociados a los mercados exteriores. «Claramente han empeorado», ha enfatizado. Otro elemento que resta tracción a la actividad es la subida del precio del crudo. Esta semana cotiza en torno a los 81 euros por barril, el mayor nivel desde 2014.

Los expertos del Banco de España auguran que el petróleo estará más caro en 2019 y 2020. La economía española es muy dependiente energéticamente del exterior y es muy sensible a las subidas y bajadas del petróleo. Otro de los argumentos, que han llevado al Banco de España a moderar sus previsiones está en la apreciación del euro. El hecho de que las divisas de los países emergentes se hayan depreciado juega en contra de las exportaciones españolas.

Arce ha restado importancia a la revisión a la baja de las proyecciones económicas. Considera que la pérdida de dinamismo del sector exterior está teniendo un efecto aún moderado en los indicadores. «Las cosas están yendo algo peor de lo que pensábamos hace seis meses, pero desde luego no hablamos de un parón», ha remarcado.

El Banco de España prevé que el crecimiento económico se sostenga sobre la demanda interna. Pero vislumbra factores de moderación, como, por ejemplo, el consumo de los hogares, que seguirá creciendo a tasas sostenidas pero se espera que se vaya moderando porque irá recuperando gradualmente la tasa de ahorro, que ahora está en mínimos.

Creación sostenida de empleo

En el ámbito del mercado laboral se espera una creación sostenida de empleo lo que propiciará descensos adicionales de la tasa de paro, hasta situarse ligeramente por debajo del 12% a finales de 2020, cinco décimas más que en la anterior proyección. A pesar de la revisión, el supervisor destaca el buen comportamiento del mercado laboral. Esto conducirá a una paulatina recuperación de los salarios. De hecho, el supervisor recuerda que los convenios colectivos firmados en 2018 se han cerrado con tasas superiores al 2%. Precisamente el presidente del BCE, Mario Draghi, se mostró optimista el lunes por el repunte de la inflación y los salarios en algunos países europeos, como Alemania.

Respecto al comportamiento del sector público, el Banco de España se ha mostrado contenido. Arce ha evitado hacer valoraciones profundas respecto a los planes presupuestarios del Gobierno. En sus proyecciones, sin introducir aún cambios en la política fiscal, sitúa el déficit en el 2,8% este año, una décima más de lo previsto hasta ahora, y seis décimas de PIB; alrededor de 6.500 millones más que el objetivo pactado con Bruselas. Las estimaciones del supervisor sitúan los números rojos en el 2,2% en 2020, cuando si se cumplieran las previsiones oficiales actuales debería haber desaparecido prácticamente. Arce se ha limitado a decir, que estos cálculos son consistentes con la salida del Procedimiento de Déficit Excesivo, el brazo correctivo del Ejecutivo comunitario para los países con desequilibrios presupuestarios superiores al 3% del PIB:

El Banco de España destaca que los riesgos están orientados a la baja. Es decir, ven más probabilidades de sorpresas negativas que positivas. El principal riesgo es el empeoramiento del comercio mundial por las políticas proteccionistas impulsadas por Estados Unidos o la intensificación de las tensiones geopolíticas por un Brexit sin acuerdo o los conflictos en Oriente Medio. Esto podría conllevar un encarecimiento de las condiciones financieras globales.

En cuanto a los riesgos internos, el supervisor muestra su preocupación por «la incertidumbre sobre el curso futuro de las políticas presupuestarias en un contexto de fragmentación parlamentaria». Y urge a retomar con prontitud una agenda de reformas que permitan a la economía española retomar la mejora de la productividad. Además, resalta: «un hipotético repunte de la incertidumbre asociada a la situación de tensión política en Cataluña representa un riesgo adicional para el crecimiento económico, especialmente en esta comunidad autónoma». El supervisor viene advirtiendo de este riesgo de forma sistemática desde el verano pasado cuando se dispararon las tensiones secesionistas.

Fuente: El País