El Estado ha recaudado 30.927 millones de euros en julio de 2018, un 6,7% más que en el mismo periodo del año anterior, lo que arroja unos ingresos acumulados de 117.694 millones de euros en el año, un alza del 4,5%. Un aumento que se ha visto especialmente motivado por el mayor volumen de declaraciones de la renta con resultado a pagar a Hacienda, que aportan unos recursos que compensan con creces el estancamiento en el ritmo de cobro del impuesto de sociedades y el efecto negativo del nuevo sistema automatizado del IVA.

“Hasta julio la principal fuente de crecimiento de los ingresos tributarios fue el IRPF”, detalla la Agencia Tributaria en el informe de recaudación publicado este miércoles. De un lado, destaca el organismo, el incremento refleja un “aumento del empleo y la recuperación del salario medio”, lo que eleva el tipo medio efectivo de retención.

“La novedad en julio la constituyeron los resultados positivos de la declaración anual” de la renta, matiza, sin embargo, el documento, destacando que la campaña recién concluida deja un mayor volumen de ingresos a favor del Estado que en 2017. En concreto, los recursos para la Agencia Tributaria crecieron un 12,2% hasta sumar 6.663 millones de euros. Un importante aumento frente al mantenimiento de las devoluciones, que apenas suben un 0,4% (8.354 millones), que permite mejorar las cifras del ejercicio anterior. Aunque el neto entre ambas variables sea negativo para el Estado, hay que tener en cuenta que siete de cada 10 declaraciones salen a devolver y que el grueso de los ingresos proceden de las retenciones mensuales que van realizando las empresas.

La buena evolución de los ingresos públicos provenientes de la renta permite compensar la caída del 14,1% que sufre el impuesto de sociedades, lastrado por el mayor volumen de devoluciones. Aunque en términos homogéneos la comparativa arroja un saldo positivo, el crecimiento de la recaudación de los beneficios empresariales muestra signos de estancamiento, con un alza del 2,3%, en línea con el 2,2% del año pasado y por debajo del 3,2% de enero a julio de 2016.

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Por su parte, el cobro del IVA presenta un crecimiento del 3% que se elevaría al 4,1% si no se tiene en cuenta la entrada en vigor del nuevo sistema de información automática SII, hace ahora un año, que retrasó un mes los ingresos derivados del consumo.

Los impuestos especiales, de otra parte, descienden ligeramente (un 0,6%) fundamentalmente por la caída de los impuestos sobre el tabaco (-8,7% en el mes y -3,8% en el año) y el carbón, que cede un 34,6% en julio, con la llegada del verano, y un 18% en el año, por la menor dependencia de este tipo de energía en un ejercicio más lluvioso que el anterior.

El consumo de alcohol, de otra parte, creció un 1,8% en julio si bien arrastra un descenso del 1,7% en el ejercicio, según arrojan los datos de recaudación mientras que resulta llamativo el descenso del 0,8% en la tasa sobre hidrocarburos que se registró en julio pese a ser ya un mes de fuertes movimientos vacacionales (en el año crece un 1,7%).

La evolución es positiva pero las cifras están lejos de la recaudación prevista para todo el ejercicio 2018, que asciende a 233.508 millones, un 6% más que en 2017, con alzas del 6,5% en IRPF, del 5,6% en IVA y del 4,8% en sociedades, aunque este objetivo no se suele cumplir.

El déficit público

Del lado del gasto, el Ministerio de Hacienda detallaba este miércoles que el déficit del Estado cerró julio con un descenso del 13,2% interanaual que lo sitúa en el 1,49% del PIB, en los 18.080 millones de euros. El de las administraciones públicas (sin incluir las corporaciones locales, que se espera logren superávit) se sitúa en el 1,86%. Una mejora que se apoya precisamente en la evolución alcista de los ingresos impositivos. En concreto, la cifra de déficit estatal se modera en 0,3 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año anterior gracias a un mayor incremento de los ingresos (109.444 millones de euros, un 9% más), que de los gastos (127.524 millones, un 5,2% más). Sin tener en cuenta los intereses de la deuda devengados, en lo que se conoce como términos primarios, el déficit fue del 0,22% del PIB, es decir 2.618 millones de euros, lo que supone rebajar a la mitad la cifra de hace un año.

Pese a ello, el aumento de gasto que introdujeron en julio los Presupuestos Generales de 2018 que el presidente Pedro Sánchez hereda del Ejecutivo anterior promete complicar el cumplimiento de los objetivos de déficit si bien el nuevo Gobierno ha pactado con Bruselas una senda fiscal más laxa, para acabar el año en el 2,7% en vez del 2,2%. Con todo, el principal objetivo sigue siendo dejar la cifra por debajo del 3% para salir del Procedimiento de Déficit Excesivo y relajar el férreo control comunitario. 

El gasto en pensiones

Déficit. El Sistema de Seguridad Social registra un déficit de 4.062 millones de euros a cierre de julio, una mejora del 20,35% interanual. Las cuentas, que tienen pendiente recoger un gasto extra de 441,24 millones, se han beneficiado de un alza de ingresos por cotizaciones del 5,65% interanual mientras que el gasto se ha elevado un 4,60%. Los efectos del incremento de pensiones y salarios públicos de los nuevos Presupuestos comenzaron a hacerse notar en agosto.

Fuente: El País