Está siendo un año de locura en los medios. Los 34.000 millones de euros de Comcast por Sky fijan un nuevo estándar para el exceso. Disney también pagó una suma extravagante por partes del imperio de Rupert Murdoch, incluida una participación en Sky: venderla le permitiría reducir deuda o ganar potencia de fuego para combatir a rivales como Netflix.

En una inusual subasta en sobre cerrado realizada el sábado, la empresa de cable de EE UU salió victoriosa con su oferta de 17,28 libras por acción, superando la de Fox de 15,67 libras. Para obtener el control, Comcast necesita que los inversores de Sky se desprendan de al menos el 51% de sus acciones. Pero con un precio tan espléndido –más del doble que el precio de Sky antes del intento de compra por Fox de 2016– la decisión es obvia.

La pasta es mucho más valiosa para la casa de Mickey Mouse que mantener una participación minoritaria en Sky. Disney tuvo que estirar su oferta original por los activos de Fox en un 36%, hasta 60.000 millones de euros, después de que Comcast entrara en la contienda. La mitad es en efectivo, lo que elevará la deuda de Disney a más de tres veces el ebitda, según sus directivos.

La deuda neta de Disney aumentará a unos 62.000 millones de euros. La venta de su participación a Comcast reportaría unos 13.000 millones. Además, el requisito de los organismos de control estadounidenses de vender las redes regionales de deportes de Fox podría aportar otros 14.000 millones, según los analistas de Bernstein. Después de que Disney le de su parte al Tío Sam, podría embolsarse 21.000 millones.

Ese dinero podría devolver el apalancamiento de Disney a la zona de confort. Según las proyecciones de Bernstein para 2019, Disney está en camino de obtener un ebitda de alrededor de unos 18.000 millones el año que viene, a los que sumar el ahorro de costes por las distintas ventas. Usar las ganancias de Sky para pagar la deuda reduciría el ratio de Disney a unas dos veces el ebitda.

O podría invertirlas en su servicio de video streaming directo al consumidor. Netflix y Amazon están subiendo sus apuestas, gastando miles de millones en programas y películas. De cualquier manera, el lunático gasto de Comcast le da a Disney una oportunidad de mantener la cordura.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días