Los fabricantes de coches están todos de acuerdo: es difícil decir cual es el motivo principal de los sucesivos paros de producción que están sufriendo las fábricas de automóviles españolas. “Es como una tormenta perfecta”, dicen fuentes del sector. La planta de Volkswagen en Navarra ya ha parado 8 días en septiembre, uno en octubre y tiene previsto suspender su actividad los días 2, 5 y 9 de noviembre. “Pero esto es a día de hoy. Probablemente haya alguno más. Faltan motores”, explican fuentes de la empresa.

Desde VW explican que esta carencia de motores se debe a la nueva regulación de emisiones WLTP que entró en vigor el 1 de septiembre, la alteración de la demanda del mercado que cada día pide más vehículos gasolina en vez de diésel y a un problema con dos proveedores que no están proporcionando a la compañía alemana la cantidad de piezas que necesita. “Les faltan motores porque no se prepararon para la nueva regulación WLTP. Otras empresas sí lo han hecho”, dice Joaquín Ferreira, responsable del sector de automoción de Comisiones Obreras a Cinco Días. La dirección de la fábrica anunció esta semana que reducirá la producción de vehículos un 3,5% este año, con casi 10.000 unidades menos.

A partir de este viernes, se suprime el tercer turno de la fábrica de Mercedes en Vitoria. El 100% de su producción actual son coches diésel

Ford, que tiene una fábrica en Almussafes, Valencia, parará durante 13 días la producción de motores y 9 días la de vehículos. Estos parones serían a la vez, con lo que la fábrica estaría parada totalmente durante 13 días, que serían el 9 y 16 de noviembre, el 20 y 21 de diciembre, cinco días a principios de año y otros cuatro por determinar. “A nosotros no nos faltan motores, lo que ha habido es una caída de la demanda general en toda Europa”, explican en Ford. De los modelos que fabrica la planta, el Kuga representa el 50% de la producción y este en su mayoría es diésel. Según un estudio de la consultora Jato, la cuota de mercado del gasóleo ha caído 8,4 puntos porcentuales. Actualmente la compañía se encuentra negociando con los sindicatos las condiciones del ERTE. Desde Ford le explicaron a Cinco Días “que tienen prisa por llegar a un acuerdo”, por la cercanía de las fechas del primer parón.

Otro que se ha visto afectado por esta disminución generalizada de la demanda de los vehículos diésel ha sido la planta de Vitoria de la firma alemana Mercedes, que ya ha parado cinco días en octubre y esperan suspender la actividad otros seis días más de aquí a fin de año. Desde la empresa no quieren decir si la caída de la demanda del diésel ha sido el factor clave de estos parones, pero parece el motivo más lógico teniendo en cuenta que el 100% de la producción de la planta de Vitoria son vehículos que usan diésel. Además de los paros anunciados para esos días, la fábrica quitará el tercer turno a partir de este viernes. “Estamos adaptando la cadena de producción a la furgoneta Vito eléctrica que llegará a finales del segundo trimestre de 2019”, explican desde la compañía.

La planta en Martorell de Seat no se libra tampoco de los problemas que arrastra el resto del Grupo Volkswagen: la falta de motores homologados con la normativa actual WLTP. Ha parado tres días en septiembre y lo hará un día en noviembre en la línea 1 de producción (que afecta a los coches Seat Ibiza y Arona) y otros tres días en ese mismo mes en las líneas 2 y 3 (donde se producen el Seat León y el Audi A1). Sin embargo, tiene a su favor que la mayor parte de su producción son coches de gasolina, ya que fabrica vehículos de pequeño tamaño.

En el primer semestre de 2018, solo el 21% de sus vehículos fueron automóviles de gasóleo, un dato que seguramente será aún menor en el mismo periodo del año que viene, ya que la planta de Martorell dejó de fabricar el Audi Q3 en julio, coche principalmente de diésel. Este modelo se cambió por el Audi A1, que según fuentes de la empresa, no está previsto que salga con motores gasóleo. Los otros tres automóviles que se hacen en la planta catalana son el Seat León, el Ibiza y el Arona, todos en su mayoría de gasolina.

La planta de Vigo de la firma francesa PSA parará durante 11 días en noviembre (del 5 al 9 y del 23 al 30) por la caída en la demanda de los modelos C-Elysée y Peugeot 301, que se fabrican en la factoría gallega. Estos coches se destinan principalmente a la cuenca mediterránea, en especial a Turquía, donde la devaluación sufrida por la lira turca ha mermado la capacidad de compra del mercado local. Por su parte, la fábrica que la compañía tiene en Madrid continúa con el ERTE, “aunque ahora mismo no se está aplicando”, dicen fuentes de la compañía.

“Las automovilísticas no se han preparado lo suficiente para este cambio de demanda. Ha cambiado la tendencia de motorización y la movilidad del futuro, el vehículo eléctrico, es una tecnología que tienen otros, en Asia”, explica Ferreira. Y añade: “Nadie está en desacuerdo con la descarbonización de la economía y de la movilidad, pero hay que buscar alternativas, para que estos cambios no afecten a los trabajadores. Lamentablemente no descartamos que hay nuevos parones”.

La producción de camiones también para

105 días de ERTE. La planta que el fabricante de camiones IVECO tiene en Madrid continúa con el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que empezó en junio de este año y está previsto que se extienda hasta el 31 de marzo de 2019. En total, son 105 días de ERTE que se irán alternando hasta esa fecha. Desde IVECO explican que el motivo “es que la demanda de camiones ha descendido considerablemente” en la zona EMEA (Europa, Oriente Medio y Asia). La planta madrileña produce los modelos Stralis y Trakker. En la compañía explicaron que ahora están “apostanto” por el gas como método de transporte alternativo a diésel. “Las ventas de camiones que usan gas natural se han triplicado en España este año”, explican en IVECO. Estos vehículos suponen el 20% de la producción actual de la planta madrileña, mientras que el 80% restante siguen siendo de diésel. “Esperamos cerrar el 2018 con 3.000 camiones de gas natural vendidos en Europa”, aseguran.

Fuente: Cinco Días