Parece chocante que en el país del sol los españoles tengan un déficit generalizado de vitamina D –indispensable para la salud de los huesos– por la falta de exposición a luz y, paralelamente, aumenten cada año los casos del cáncer de piel y más concretamente el melanoma, el menos prevalente (10% del total), pero el más agresivo y con peor pronóstico porque, cuando se detecta, suele venir acompañado de metástasis. Pero los españoles somos así de intensos.
No se trata de demonizar el sol, pero según Margarita Majem, de la junta directiva de SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) y oncólóga del Hospital Sant Pau de Barcelona, está comprobado que “la mayoría de los casos de melanoma tiene que ver con la sobreexposición solar y mucho menos con la alteración familiar del gen BRCA, que además de al melanoma, predispone a otro tipo de tumores”.
Cada año se detectan en España unos 70.000 nuevos casos de cáncer de piel y casi 5.000 de melanoma, debido al tiempo excesivo en el sol. Un tumor que en 2016 se llevó por delante a 900 personas, señala Majem, y es responsable del 90% de las muertes por cáncer de piel.
Ponerse moreno puede costar muy caro porque “no hay conciencia de que el bronceado es una señal de daño en la piel”, advierte Agustín Buendía, coordinador de la campaña Euromelanoma de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
El 75% de los españoles nunca ha pisado una consulta del dermatólogo, según un estudio de la Fundación Piel Sana
Y aunque se ha conseguido prolongar la vida de los pacientes más de cinco años con los nuevos tratamientos combinados de inmunoterapia y terapia dirigida, la prevención y la detección precoz son las mejores armas para paliarlo, ya que, según Beatriz Pérez, responsable médico de piel de Roche, si se diagnostica en sus fases iniciales, se cura en el 90% de los casos.
Y todo pese a que se sabe que el melanoma es el cáncer más prevenible de todos. Además de no excederse ante el astro rey, algo tan sencillo como revisar la evolución de los lunares o acudir al dermatológo ayudaría a evitarlo. Pero, en España, de acuerdo con un estudio de Piel Sana, el 75% de los españoles nunca ha pisado la consulta de un dermatólogo.
El melanoma puede aparecer en cualquier sitio, pero también en las uñas, el cuero cabelludo o la planta de los pies, las zonas más raras.
Lunares asimétricos, con bordes o color irregular y de más de seis milímetros, que hayan cambiado, manchas de color rosa o lesiones que pican o empiezan a crecer son algunos de los síntomas a los que hay que estar atento.
‘Apps’ para la prevención
Se puede recurrir, además, a la tecnología para protegerse de este tumor. Solare es una de las aplicaciones móviles, junto a otras, que IMF Business School ha analizado para este verano. Apta para IOS, esta app especifica el tiempo exacto que se debe tomar el sol si no se ha usado protección, configurándola previamente en función del tipo de piel, el color de ojos y pelo, entre otros indicadores.
Desarrollada por la Universidad de Málaga junto a la Fundación Piel Sana, la app UV-Derma permite conocer el tiempo que tarda nuestra piel en quemarse. Los cálculos se basan en el índice ultravioleta y al propio fototipo del usuario.
Para usar Sunscreenr es necesario ponerse crema solar. Un pequeño visor con un filtro ultravioleta sabe si hemos aplicado la protección de forma correcta, oscureciendo las zonas donde lo ha hecho bien y donde, no. E InfoSun localiza al usuario a través del GPS indicándole qué nivel de protector debe usar y ofrece consejos sobre la crema solar adecuada.
Los deportistas y trabajadores al aire libre tienen que tener especial cuidado, ya que suelen sobreexponerse más que otros colectivos. Usar protector solar resistente al agua y al sudor y ropa técnica adecuada son algunas de los consejos para evitar el melanoma. La crema tiene que ser mínimo de factor 30 (mejor de farmacia), debe aplicarse 30 minutos antes y repertir la operación cada cierto tiempo.
Fuente: Cinco Días