CNA ha logrado este viernes en la junta de acreedores de su filial vasca Edesa Industrial una adhesión de más del 70 % entre los acreedores ordinarios, en su mayoría bancos, al convenio planteado durante la reunión, que incluye quitas del 90 % y el pago del 10 % restante a 10 años, condiciones adelantadas por Cinco Días en sus ediciones del pasado 2 de julio. 

Edesa Industrial concentra una deuda de 71,8 millones. Gran parte (42 millones) por impagos a los bancos y otros 4,5 millones por facturas pendientes con otras participadas del grupo CNA. La corporación que preside Jorge Parladé ha conseguido además con las entidades un pacto para la refinanciación de parte de ese pasivo, en concreto 54,5 millones, «con amortización de diferentes tramos» desde este año y hasta 2022.  

Si Edesa Industrial da los últimos pasos antes de la liquidación, Gesyser Gastech, la otra filial vasca de CNA sobre la que sustentó el intento de reflotación de parte de las fábricas de Fagor Electrodomésticos, ya fue liquidada.

CNA afrontará ahora la producción de equipos con la marca Edesa en unas instalaciones cuya ubicación está por definir. Desde luego será fuera de Euskadi. De momento, CNA prevé fabricar 61.000 encimeras, el 62 % de vitrocerámica y el 38 % de inducción.

El grupo catalán mantiene litigios en los juzgados con las cooperativas propietarias de la marca ‘Fagor’. También hay demandas de los proveedores y por el incumplimiento de las condiciones de alquiler de pabellones industriales.

Fuente: Cinco Días